El sector automotriz vive un momento complicado que ha llevado a la industria a expandir los modelos de negocio: la venta de autos ha caído en 28 de los últimos 29 meses y en octubre se desplomó 9% respecto al mismo mes de 2018, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA).
“La confianza del consumidor ha disminuido. Los intereses, sobre todo de los jóvenes, han cambiado y la industria está obligada a adaptarse, porque ellos sostendrán el mercado”, dijo el presidente del Clúster Automotriz del Estado de México, Gunther Barajas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, mencionó que este grupo modifica sus preferencias porque busca nuevas experiencias de movilidad y, al mismo tiempo, contribuir a reducir el impacto de los autos de combustión interna en el medio ambiente.
Ante esta situación, el mercado entra en otra fase basada en el boom de los autos eléctricos, los cuales arrojan menos emisiones contaminantes a la atmósfera y han impulsado nuevas opciones para los consumidores.
“Ya hay empresas que están cambiando la experiencia de los clientes. Tenemos el ejemplo de Canoo, que en Estados Unidos desarrolló una plataforma que permite a los conductores transportarse en un coche según sus necesidades. También están los nuevos sedanes de Volvo y Cadillac, que mutan de un modelo tradicional de venta a uno de servicio al cliente.
“Esta nueva tecnología es el futuro de la industria automotriz”, señaló Barajas.
El también vicepresidente de la compañía de simulación automotriz 3D Dassault Systèmes, encargada de los sistemas de seguridad del BMW Serie 6 Gran Coupé y soluciones para startups como Canoo, considera que México tiene oportunidades para consolidar el mercado de los autos eléctricos en el corto plazo.
El segmento incrementó 33% sus ventas de enero a julio de este año con respecto al mismo periodo de 2018, con aproximadamente 12 mil 400 unidades vendidas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.