El programa de regularización de autos importados ilegalmente —mejor conocidos como “chocolate”— que entró en operación el pasado 19 de enero en 10 estados del país, afectará al negocio de la importación legal de vehículos estadounidenses.
Desde 2019 se pueden importar carros usados de Estados Unidos y Canadá de cualquier antigüedad, siempre y cuando paguen el arancel, permisos e impuestos correspondientes.
Sin embargo, este tipo de vehículos no puede competir en precio con los autos que se importan de manera ilegal, pues ahora cualquier “chocolate” se podrá legalizar con el pago de sólo 2 mil 500 pesos.
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Los importadores de vehículos legales de Estados Unidos ya comenzaron a resentir el efecto de la legalización, pues desde octubre del año pasado, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó su intención de regularizar a los “chocolate”, bajó la demanda de este tipo de vehículos.
El año pasado se importaron 167 mil 64 autos usados de Estados Unidos de manera legal, 34% más que en 2020, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Tomás Cantú, importador de autos y vicepresidente de la Región Franja Fronteriza de la Cámara Nacional de Comercio de Matamoros (Canaco Matamoros), explicó que en noviembre y diciembre estaba importando alrededor de 50 autos usados de Estados Unidos cada semana, pero desde que comenzó la legalización de los “chocolate”, la cifra bajó a 11 vehículos.
Las unidades que se importan de manera legal pagan un arancel de 50%, más IVA y permisos, lo que las encarece demasiado.
Como ejemplo, una Jeep Explorer modelo 2013 paga 30 mil pesos de arancel, pero una modelo 2012 paga 70 mil pesos, además del valor del vehículo.
“Para modelos más recientes, un 2015 o 2016, pagas hasta 100 mil pesos de arancel, por lo tanto, la gente busca cómo hacer un cruce ilegal”, dijo Cantú.
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Los coches usados de años más recientes que se importan de Estados Unidos, pero que sólo van a circular en estados de la franja fronteriza, tienen un esquema especial y pagan un arancel preferencial de 1%, más IVA.
Guadalupe Contreras, importador de autos en Piedras Negras, Coahuila, comentó que este año el precio de los autos usados de Estados Unidos subió entre 20% y 30% debido a la escasez de carros nuevos tanto en el vecino país como en México.
Debido a ello, muchas personas optan por comprar un “chocolate” que ya esté legalizado.
Los “chocolate” son entre 30% y 50% más baratos que los que se importan de manera legal.
Una camioneta usada puede costar más de 200 mil pesos, pero una ilegal cuesta menos de 140 mil pesos, y los autos más pequeños cuestan menos.
El programa de regularización de autos “chocolate” aplica para vehículos de cinco años de antigüedad o más que se encuentren circulando en los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, y sin documentos que acredite su estancia en el país.
Las marcas que más se importan de forma legal e ilegal son Jeep, Chevrolet y Ford.
Roberto Hierro, importador de autos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, dijo que sus ventas bajaron 40% desde que inició la legalización de autos “chocolate”.
“Nosotros pagamos unos impuestos demasiado altos, y los “chocolate” ya están adentro.
Daniel Cereceres, presidente de la Unión Independiente de Vendedores de Autos Usados en Ciudad Juárez, dijo que él estaba importando 600 vehículos usados a la semana, de manera legal; sin embargo, desde que inició la regularización de los “chocolate” ahora sólo realiza entre 150 y 200 importaciones.
“Tan sólo en Ciudad Juárez se estima que hay 50 mil autos chuecos (chocolate)”, dijo.