Las empresas del país están a la espera de los documentos de implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), porque hasta ahora se tienen generalidades, dijo el vicepresidente de Comercio Exterior de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Julio Rodríguez Trigueros.
Comentó que falta conocer a detalle cómo se aterrizará el acuerdo, así como sus reglas, porque de ello dependerá que las empresas exportadoras hagan los cambios necesarios para cumplir con el nuevo contenido regional que se exige en los sectores automotriz y acerero.
Durante la presentación del Calendario Anual de Misiones Comerciales y Ferias Internacionales 2020-2021, Rodríguez Trigueros expuso que “en este tratado va a haber ganadores y perdedores”, porque habrá algunos que podrán adaptarse a las nuevas reglas y otros no.
“En cuanto al entendimiento de puntos y comas del tratado, estamos muy atrasados, una cuestión es que esté el texto en [la página de la] Secretaría de Economía, y otra cosa es que esté lista la letra pequeña de los tratados, que son reglamentaciones e informes, y no están publicados. No puedes hacer cálculos en contenido de acero y aluminio sin ello”.
Hay desconocimiento de los detalles del acuerdo por falta de información, la cual no baja y cada vez hay menos tiempo porque se prevé que el T-MEC lo apruebe el Parlamento de Canadá en marzo próximo, de manera que entraría en vigor en julio de este año.
Se sabe que con el T-MEC el contenido regional para los autos aumentará de 62.5% a 72%, pero incluso cuando hay tiempo para cumplir con la regla, implica inversión.
Al respecto, la presidenta de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, Amapola Grijalva, dijo que con el T-MEC podrán invertir más empresas del gigante asiático en el país.
“Tenemos detectadas 10 empresas al mes que están llegando a este país, buscando información para poder establecerse en México”.
Todavía están en la etapa inicial, pero se observa interés por invertir en la industria automotriz y de autopartes, pues “las propias ensambladoras están trayendo proveedores desde China para no perder sus preferencias arancelarias”.
Rodríguez Trigueros añadió que hay otras negociaciones que aún están pendientes pero siguen su curso, por ejemplo, la revisión del Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México.