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La autorización del gobierno federal del vuelo Dubái-Barcelona-Ciudad de México de Emirates Airline representa una amenaza a cientos de empleos de pilotos y aeromozas, pues cuando una aerolínea árabe opera una ruta con “quintas libertades”, las firmas locales cancelan vuelos en esa ruta ante la imposibilidad de competir.
Rafael Díaz Covarrubias, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), dijo que después del anuncio de la operación del vuelo de Emirates, Aeroméxico canceló 40 empleos directos y 140 indirectos relacionados con la ruta hacia Shanghái.
Aeroméxico canceló el vuelo Ciudad de México-Shanghái para reforzar la ruta México-Barcelona ante la llegada de Emirates.
Las quintas libertades se refiere a que una aerolínea puede aterrizar en un país, efectuar el descenso y ascenso de pasajeros, y después volar hacia a una tercera nación. Esto es lo que Emirates hará con el vuelo Dubái-Barcelona-México, donde el mayor trasporte de pasajeros estará entre Barcelona y Ciudad de México, no con destino final Dubái.
Díaz Covarrubias comentó que los empleos cancelados en la operación en Shanghái no se pueden mover hacia la ruta México-Barcelona porque hay personal de Aeroméxico atendiendo ese vuelo.
ASPA busca entablar un diálogo con el gobierno mexicano, con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para platear su preocupación y pedirles que las reglas de competencia sean parejas.
“Legalmente nos podríamos amparar y también estamos analizando diferentes opciones, entre ellas, acudir a cortes internacionales”, precisó el secretario general.
ASPA tiene dudas sobre cómo se le asignó a Emirates el slot (horario de aterrizaje y despegue), pues le dieron un horario premium y se supone que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ya está saturado en esa franja horaria.
No obstante, confía en que la administración de Andrés Manuel López Obrador cuando comete errores ha sido capaz de corregirlos.
Subsidios. En el mundo, Emirates ha recibido acusaciones de estar subsidiada, pues en 1985, el gobierno de Dubái, a través de su brazo comercial Corporación de Inversiones, le inyectó 10 millones de dólares a la aerolínea en capital semilla y 88 millones en infraestructura.
La firma asegura que ese dinero ya fue devuelto con rendimientos al gobierno y ahora es completamente rentable e independiente. Sin embargo, la industria acusa a Emirates de comprar turbosina a precio subsidiado, pagar menores tarifas aeroportuarias y de comisariato, así como recibir apoyo financiero oculto, no permitirle a sus trabajadores asociarse en un sindicato para proteger sus derechos y no seguir políticas de regulación ambiental.
De acuerdo con ASPA, varios estudios en Europa y Estados Unidos encontraron que Emirates ha recibido 6.5 mil millones de dólares en subsidios de 2004 a 2014.
Canadá le ha negado quintas libertades a las aerolíneas árabes Emirates, Qatar y Etihad, pues Air Canada dejó de operar la ruta Toronto-Dubái cuando Emirates entró a competir en esa ruta.
En Estados Unidos, Delta y United cancelaron sus vuelos a Dubái desde 2016, y todas las aerolíneas estadounidenses han observado una caída de por lo menos 50% en el tráfico de pasajeros desde y hacia India, desde que las firmas árabes empezaron a operar en ese país.