Aunque México yace en una zona de alta actividad sísmica, la colocación de seguros crece menos que antes, de acuerdo con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
La autoridad esperaba que el sector de seguros y fianzas crecería 5.1% en 2022, pero ya no lo ve posible, luego de que el mercado se contrajo 3.4% a junio de este año, tras expandirse 6.6% en el mismo periodo de 2021.
A pesar de las pérdidas millonarias en patrimonios familiares que provocaron eventos como la pandemia y recientemente los sismos, los mexicanos mantienen una incipiente cultura de previsión, explicó Ramón Martínez, docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).
“Las familias y la cultura en México están destinados más al gasto corriente que a un tema de previsión, y actualmente no hay una cultura relacionada con medidas para enfrentar urgencias”, dijo a EL UNIVERSAL.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reportó que las compañías del sector pagaron mil 415 millones de dólares por el sismo del 19 de septiembre de 2017, mientras que, a 29 meses de la pandemia, la información más reciente señala un impacto de 3 mil 38 millones por el Covid-19.
Las aseguradoras no están viendo la posibilidad de expandirse en México y vender más productos, lo que, aunado a las mayores tasas de interés, ha traído consigo un desplome del crédito que los bancos otorgan a estos negocios.
La banca comercial prestó 8 mil 531 millones de pesos a las compañías de fianzas, seguros y pensiones en julio pasado, 26.2% menos que en el mismo mes de 2021, de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico).
El financiamiento canalizado a estas empresas hila nueve meses con caídas de más de 20% restando la inflación.
Martínez expuso que las aseguradoras fueron impactadas por temas relacionados con el Covid-19, principalmente en el área de seguro de gastos médicos mayores, ya que muchas personas afectadas por la pandemia recurrieron a sus programas y seguros para tratarse.
Destacó que, ante el gran número de contagios registrados entre la población con seguro en México, la siniestralidad aumentó hasta 20%, lo que implicó que se tuvieran con más frecuencia eventos en el que las compañías tenían que hacer válidas las pólizas de los clientes, de modo que el sector operó con pérdidas durante unos meses.
Esto trajo como consecuencia que se aumentaran las primas, pues los modelos de negocio de las aseguradoras parten de una estructura que se llama determinación de riesgo.
En la medida en que el riesgo por ciertas situaciones se ve afectado, modifican sus primas y en consecuencia ajustan el valor para sus clientes.
“Hemos visto que los costos de las primas de seguros de gastos médicos mayores se han incrementado entre 14% y 25%”, añadió Martínez.
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