Si bien el gobierno mexicano mantuvo una posición fiscal austera durante toda la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 , limitando el aumento del gasto, el continuo deterioro de las finanzas de Pemex está erosionando lentamente la fortaleza fiscal de México, dada la necesidad de apoyo recurrente a la petrolera, advirtió Moody’s .
“El continuo deterioro de la situación financiera y operativa de Pemex afectará la fortaleza fiscal de México. En ausencia de inversión del sector privado para ayudar a Pemex a aumentar la producción y mantener las reservas , la petrolera requerirá el apoyo del gobierno. Estimamos que el gasto de capital planificado de Pemex es insuficiente para cumplir con sus propias metas de producción de petróleo y reemplazar completamente las reservas, lo que significa que requerirá más apoyo relacionado con la inversión de alrededor de 1% del Producto Interno Bruto (PIB) por año”,dijo la agencia.
En el documento “Gobierno de México. Preguntas frecuentes sobre la trayectoria del crédito soberano en medio de débiles perspectivas de crecimiento, austeridad fiscal y apoyo de Pemex”, Moody’s resalta que solamente en 2021, el apoyo del gobierno a Pemex alcanzará los 14 mil 700 millones de dólares.
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“Si el gobierno proporcionará un gasto de capital adicional de 10 mil millones de dólares , que estimamos es la cantidad requerida sobre una base anual para aumentar la producción de manera sostenida, el costo aumentaría a alrededor de 25 mil millones de dólares o 2.3% del PIB cada año”, estimó la firma.
Moody’s añadió que las perspectivas de crecimiento económico a mediano plazo de México, que actualmente tiene la c alificación Baa1 con perspectiva negativa ya se estaban debilitando antes de la pandemia y con la contingencia sanitaria se ha exacerbado el efecto.
“La pandemia ha exacerbado las tendencias de crecimiento negativas que se habían hecho evidentes en 2019 y que persistirán más allá de 2020. Las perspectivas de crecimiento a mediano plazo de México se han debilitado como resultado de una inversión persistentemente débil. Incluso si se elimina la contracción del PIB inducida por el coronavirus, esperamos que el crecimiento a mediano plazo se mantenga en torno a 2% en 2022 y 2023, por debajo del promedio de 2.7% entre 2010 y 2019”, dijo.
Ante el entorno, Moody’s estima que la deuda federal aumentó en 7.5 puntos porcentuales del PIB en 2020 en comparación con 2019 y espera que aumente en otros 15 puntos porcentuales para 2023, hasta 51.4% del PIB.
La agencia añadió que la austera postura fiscal del gobierno mexicano proporciona valor a su calificación, al limitar el aumento del gasto y la deuda gubernamentales; sin embargo, en el contexto de la pandemia, es negativo para la nota crediticia del país.
“La respuesta política al impacto del coronavirus ha proporcionado una liquidez limitada y un apoyo a los ingresos para las empresas y los hogares y, por lo tanto, ha hecho poco para contrarrestar el impacto económico de la pandemia, lo que ha obstaculizado la capacidad de la economía para recuperarse más rápido”, dijo.
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vcr/ rdmd