La posibilidad de que Donald Trump aplique aranceles en su próximo gobierno, reducirían la demanda de exportaciones de América Latina, siendo México y Centroamérica los países más expuestos, dijo la calificadora Moody’s.
De acuerdo con la agencia, es probable que la próxima administración trate la creciente influencia de China en la región y que México sea el centro de atención a medida que se revise el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En ese sentido, la agencia advirtió sobre el impacto que podrían enfrentar las remesas en Centroamérica, en caso de políticas inmigratorias mucho más severas en el regreso de Donald Trump a la Casa blanca.
“Unas políticas inmigratorias más estrictas en Estados Unidos. también reducirían los ingresos por remesas, lo que perjudicaría a más países de Centroamérica y el Caribe”, destacó.
La agencia resaltó que próxima la presidencia de Donald Trump traerá cambios significativos en las políticas fiscal, comercial, climática e inmigratoria de Estados Unidos, con efectos relevantes a nivel global.
Recordó que Trump planea extender y expandir la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos (TCJA) de 2017, proponiendo exenciones fiscales para horas extra y propinas, junto con una baja en la tasa de impuestos corporativos al 15%.
Añadió que para contrarrestar estas reducciones, implementará un arancel general de importación del 10%-20%, con tasas de hasta el 60% para productos de China, lo que podría elevar la deuda federal y aumentar los riesgos crediticios.
Moody´s agregó que esta postura proteccionista elevaría las tensiones comerciales y podría impactar el comercio mundial, especialmente en sectores dependientes de cadenas de suministro internacionales como la manufactura y tecnología.
En la agenda climática, se espera un retroceso significativo en compromisos medioambientales, favoreciendo el desarrollo de combustibles fósiles para lograr el “dominio energético estadounidense”.
Enfatizó que incluye la posible salida del Acuerdo de París y una ralentización en la transición hacia energías limpias, afectando inversiones en tecnologías verdes y elevando los riesgos regulatorios para el sector energético. Los incentivos actuales para energías renovables podrían reducirse, especialmente si el Congreso apoya los recortes fiscales, lo que pondría en riesgo los avances hacia una economía baja en carbono.
En inmigración, Trump planea políticas más estrictas, con aumento de deportaciones y mayores restricciones para visados y asilo. Estas políticas no solo afectarían la migración no autorizada sino también la oferta de mano de obra en sectores clave como agricultura, construcción y comercio minorista, que dependen significativamente de trabajadores inmigrantes.
Añadió que el enfoque de Trump en desregular sectores como la banca y la energía también se espera que genere impactos a nivel financiero y social. Se proyecta una reducción en los requisitos de capital para bancos pequeños y medianos, además de posibles modificaciones regulatorias en la protección del consumidor y estándares laborales.
Con un Senado de mayoría republicana, la administración buscaría consolidar un marco regulatorio más favorable a las empresas y menos restrictivo, lo cual podría traer efectos mixtos en términos de estabilidad crediticia y crecimiento económico.
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