Una disminución de la tasa de los fondos de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ayudará a estabilizar el peso frente al dólar, estimó el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
Desde julio del año pasado, el banco central que dirige Jerome Powell mantiene su principal tasa entre 5.25% y 5.50%, el nivel más alto en casi 23 años.
Por su parte, el Banco de México conserva su tasa en 11% a partir de marzo de este año, cuando estaba en un máximo histórico de 11.25%. Hoy dará su anuncio de política monetaria.
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En un nuevo reporte que dio a conocer el miércoles, el IIF que agrupa a las entidades financieras más importantes del mundo, consideró que el ajuste a la baja de las tasas en la economía más grande del mundo podría suavizar un panorama potencialmente turbulento y aliviar algunas de las presiones sobre las monedas locales.
El informe, liderado por el economista en jefe del IIF, Marcello Estevão, titulado El miedo al mercado y los mercados emergentes, hace una breve descripción general de la reciente turbulencia y se indica el impacto potencial que podría tener sobre las naciones con economías en desarrollo, como México.
Se pone de manifiesto que la combinación de factores de los temores de una recesión en Estados Unidos, los cambios de política monetaria del Banco de Japón y la incertidumbre geopolítica han creado un entorno difícil y provocaron una fuga de capitales limitada de los mercados emergentes, con el riesgo de que se produzcan más.
No obstante, advierte que a medida que los inversionistas siguen buscando activos más seguros el retiro de capitales podría exacerbar la actual depreciación de las monedas, aumentar los costos de endeudamiento e introducir tensiones en los sistemas financieros.
Para el IIF, los mercados emergentes están adecuadamente posicionados para capear el aumento del riesgo y están bien posicionados para soportar una posible caída adicional.
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Aunque se reconoce que las tasas más bajas también podrían reducir el atractivo del dólar, lo que jugaría a favor de los flujos de capital hacia los mercados emergentes y aliviar parte de la depreciación de las monedas.
A pesar de la reversión de algunas operaciones de carry-trade y de ciertas salidas de capital de los mercados, los datos de alta frecuencia del IIF aún muestran importantes entradas netas a estos destinos, por lo que mantienen su postura positiva.
Con el aumento de la volatilidad del mercado y las crecientes incertidumbres, el instituto menciona que los inversionistas han estado deshaciendo sus posiciones de corto plazo, lo que ha exacerbado aún más la inestabilidad financiera.
A medida que el capital se retira, indica, las divisas de los países con mercados en evolución se están depreciando y los precios de los activos experimentan una mayor volatilidad, lo que amenaza con socavar la estabilidad financiera de los mercados emergentes.