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Luego de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) prohibió la entrada de jitomate de dos empresas mexicanas, argumentando trabajos forzosos, el vicepresidente del Sistema Producto Tomate Nacional, Manuel Cázares, dijo que puede tratarse de un “ataque” de sindicatos que se extenderá a otros productos hortifrutícolas.
Según se informó el jueves, el CBP determinó no dejar entrar el jitomate de las subsidiarias de Agropecuarios Tom y Hortícola Tom, pero no dio tiempo de presentar pruebas en defensa, explicó a EL UNIVERSAL.
“Vamos a ver si se reconsidera y se les permite nuevamente exportar, o si la autoridad estadounidense tiene pruebas suficientes”, afirmó Cázares. Mientras tanto, las empresas agrícolas mexicanas deben demostrar que no existe ninguna práctica de trabajo forzoso y que se respetan los derechos laborales de los jornaleros, agregó.
Cázares dijo que, aunque sorpresivo, “este bloqueo es una situación que ya se veía venir”. Sin embargo, el gobierno mexicano, a través de las secretarías de Economía (SE) y del Trabajo y Previsión Social (STPS), junto con la Alianza Hortofrutícola Internacional para el Fomento de la Responsabilidad Social (Ahifores), conformaron una comisión para examinar las circunstancias que llevaron al CBP a tomar esa decisión.
“El problema es que al rato van a empezar a surgir otros casos y vamos a ver a toda la industria y al sector tomatero. Creo que en esto hay una situación que tiene que verse con el gobierno mexicano, porque luego puede brincar a otras hortalizas”, dijo Cázares. En su opinión, el caso tiene otro fondo, relacionado con los gremios estadounidenses.