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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Los precios de las gasolinas seguirán al alza este y el próximo año, situación que va a genera presiones en los costos de producción de bienes y servicios, lo que se traducirán en mayor inflación y menor poder adquisitivo de los mexicanos, coincidieron expertos.
A finales de 2019 la gasolina Magna y la Premium podrían llegar a 22 y 23 pesos por litro, respectivamente, con su consecuente impacto en el sector productivo y en las familias mexicanas, vaticinó el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz.
A menos que subsidien la gasolina, si se mantienen las alzas de las cotizaciones internacionales del petróleo, “sin problema” veremos esos precios, dijo. A ello se suman también las altas tarifas eléctricas y el incremento de otros combustibles, expuso el especialista.
Eso también afectará la inflación, la cual estará muy lejos de la meta de Banxico de 3% +/- un punto porcentual, ya que en 2018 se estima cerrar con una tasa de 5% y para 2019 en 4.8%, dijo De la Cruz.
Por su parte, el economista Luis Foncerrada explicó que el incremento de los precios del petróleo generará ingresos adicionales al gobierno federal, pero también habrá efectos nocivos, como alza de las gasolinas y derivados del petróleo.
Foncerrada explicó que es muy probable que sigan al alza los precios del crudo y de las gasolinas hasta principios de 2019, aunque en el mediano plazo tenderán a bajar.
No obstante, de mantenerse en los criterios presupuestales del próximo año, con un precio del barril de crudo de 61.50 dólares y un tipo de cambio de 18.50 pesos por dólar se tendrían ingresos adicionales para el gobierno de 60 mil millones de pesos. Recibirían “un monto (adicional) importante, siempre y cuando no subsidien la gasolina”, dijo.
Pero si bien se recibirá dinero adicional, se deberá gastar más en importar gasolinas, porque hay que considerar que en México no se producen los suficientes combustibles y esos pagos generarían un mayor déficit en la balanza de pagos del país, lo que a su vez presionará el tipo de cambio peso-dólar.
Además, otro riesgo es que el gobierno podría tener la tentación de subsidiar los precios de la gasolina para aminorar el impacto, aunque para hacerlo requerirá de fuertes cantidades de recursos, pues por ejemplo en 2016 se desembolsaron 200 mil millones de pesos en subsidios, agregó.
El analista económico financiero Pedro Tello coincidió en que las gasolinas y otros derivados del petróleo seguirán al alza, lo que afectará al transporte de carga, de pasajeros, al privado y al aéreo.
Además, dijo, pudieran verse aumentos de precios de bienes y servicios en noviembre y diciembre próximos, como reflejo de que los costos de producción de las industrias y del sector servicios, tendencia que podría extenderse hasta enero de 2019.
“Estamos frente a una tendencia de mercado de efectos en cascada, que van a verse al cierre de 2018, y que van a complicar el poder adquisitivo de la economía familiar y
el aterrizaje de la meta inflacionaria del Banco de México”, expuso
el especialista.