El avance en el Congreso de las reformas del plan C del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en especial la judicial, no sólo genera volatilidad en los mercados, sino que encendió las luces de alerta ante una posible recesión, de acuerdo con expertos.
Analistas consultados por EL UNIVERSAL están convencidos de que la economía mexicana va hacia una recesión moderada debido a que se detendrá el flujo de inversión. Con ello, 2025 iniciaría con una contracción del Producto Interno Bruto (PIB), alertaron.
Sin embargo, otros ven una tormenta en un vaso de agua, pues aún es temprano para conocer las consecuencias de las reformas.
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El escenario base para los más conservadores sigue siendo una desaceleración económica, porque falta ver su aplicación y el tiempo que tomarán sus efectos. Sin embargo, aseguran que el principal impacto es el enorme costo de oportunidad ante la relocalización de empresas (nearshoring).
Otros consideraron que con o sin reformas podría darse una recesión por el alto déficit fiscal y los retos financieros de Petróleos Mexicanos (Pemex). Lo cierto es que todos los grupos de análisis han ajustado a la baja sus pronósticos para el PIB tanto para este año como para 2025. Pero hasta ahora, ninguno prevé una recesión.
En su más reciente encuesta, el Banco de México (Banxico) consultó a especialistas sobre la probabilidad de que se registre una tasa negativa de variación trimestral desestacionalizada del PIB real. Esto se manifestó con más intensidad para el lapso de abril a junio de 2025, al pasar de 23.36% a 35.33% respecto a la encuesta anterior.
Moderada, pero recesión
“Creemos que la economía mexicana se podría dirigir rápidamente hacia una recesión, no leve, sino moderada, si se aprueban las reformas constitucionales y si esto trae controversias comerciales de Estados Unidos”, advirtió la directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
Se va a detener el flujo de inversiones y de reinversión de utilidades de empresas de EU asentadas en el país, dijo en entrevista.
Banco Base estima que las reformas pueden costar 1.9% del PIB y, si este año se anticipa un avance de 1.9%, en el siguiente se tendría una contracción, afirmó Siller.
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Mal para el nearshoring
UBS, banco de inversión suizo, tiene en el radar sólo debilidad económica, descartando una caída drástica del PIB.
“Al momento vemos señales de desaceleración económica, pero no de una recesión”, dijo la directora de Estrategias de Inversión en México, Gabriela Soni, quien consideró que es pronto para señalarlo.
Es mejor esperar a tener todos los elementos para evaluar el impacto, agregó, hasta que se aprueben y se apliquen las reformas, y tomará tiempo para que sus efectos sean palpables, explicó.
Sin embargo, el clima de incertidumbre que rodea a las reformas sigue siendo elevado.
Coincidió con Siller en el enorme costo de oportunidad que se tendría en un contexto de reordenamiento del mapa geopolítico con el nearshoring.
Costo de la transición
Desde el punto de vista de la academia, el profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Raúl Feliz, afirmó que, sin duda, quitar controles y contrapesos es un factor neto negativo, pero no se pueden sacar conclusiones sin ninguna base.
“La respuesta del mercado puede ser de incertidumbre, malestar; habrá que esperar a que se instale la nueva administración para ver si habrá nuevos estímulos y así tener un análisis”, recomendó.
Descartó una recesión por esas reformas, aunque el riesgo es latente aun si no existieran.
“En el margen, tendrían una pequeña contribución, pero no es la razón. Simplemente, la economía se está desacelerando después de dos o tres años de que estuvo funcionando a pleno vapor”, señaló.
Dijo que hay que tomar en cuenta que se acercan las elecciones en Estados Unidos y la transición de gobierno, que por lo general impacta entre medio punto y un punto del PIB. Feliz agregó que se pudo evitar la “tormenta en un vaso de agua” si las reformas se hubieran hecho con más consenso o haciendo una pausa para que el nuevo gobierno las discutiera, sin dejar de considerar que algunos elementos del diagnóstico son correctos.
“Es cierto que el Poder Judicial es corrupto, ineficiente, ineficaz; cierto que muchos de los organismos autónomos son excesivamente costosos. Todo eso es verdad, pero la solución no es borrarlos de tajo”, señaló.
