Criminalidad, corrupción, así como mantener el Estado de derecho y la disciplina fiscal, son los principales factores que debe atender el gobierno de Andrés Manuel López Obrador hacia 2020, para ganarse la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, dice Esteban Polidura, director de inversiones para América Latina de Julius Baer, uno de los principales bancos a escala internacional.
“En la parte doméstica hablamos de tres áreas importantes: criminalidad, Estado de derecho y corrupción, pero el otro riesgo que hay que vigilar de cerca es la disciplina financiera, hay que ser muy cuidadoso de que el presupuesto sea manejable y que se ejecute”, comenta en entrevista con EL UNIVERSAL.
En su opinión, tiene que haber una disciplina fiscal, porque de otra forma inversionistas y calificadoras se sentirán inseguros de que México es una economía robusta y esto
conllevará a que los capitales sean menores a las anticipadas.
El directivo anticipa que es poco probable que en el corto plazo México pierda el grado de inversión, porque dependiendo de la calificadora, “la deuda soberana del país está entre dos y cuatro escalones arriba del grado de inversión, así es que asumir que en el corto plazo México pierde esos dos o cuatro escalones, es bastante negativo y no está en línea con lo que nosotros estamos viendo”.
“Cuando observamos las valuaciones a las que cotizan los bonos soberanos mexicanos, son consistentes con una calificación menor a la que tiene hoy en día, esto significa que el mercado financiero está asumiendo que México va a perder uno de esos escalones”.
Entre los factores que están incidiendo en esa disminución de calificación, Polidura destaca tres: la deuda, Pemex y el bajo crecimiento económico de este año, el cual estima será de entre 0.3% y 0.5% al cierre de 2019.
“Es un crecimiento bajo, no sólo porque el mundo se ha estado desacelerando gradualmente, sino porque el inicio de la actual administración fue un poquito ríspido y eso generó un estancamiento de la inversión”.
Pemex, otra inquietud
El otro tema que preocupa a las calificadoras es Pemex y la relación tan directa que hay entre el gobierno y la petrolera, detalla.
Lo que ha pasado es que el tema del endeudamiento no tiene una reducción material, Pemex sigue siendo la empresa petrolera más endeudada del mundo, con más de 100 mil millones de dólares.
Además, el escenario internacional de los precios del petróleo no es propicio para asumir que va haber un prepago más acelerado de esa deuda. Pemex entonces tiene que redoblar el esfuerzo en la otra variable de la ecuación, que es elevar su producción a través de reactivar sus alianzas con la iniciativa privada para generar inversión y confianza, destaca Polidura.
“Nosotros creemos que el presidente [Andrés Manuel] López Obrador ha dado indicios de que quiere restablecer está dinámica con la iniciativa privada, pero 2020 va a ser un año de consolidación, porque la confianza del inversionistas sigue frágil, se tiene que volver a restituir y ganar otra vez”.
Bajo la lupa
Polidura menciona tres áreas que los inversionistas vigilan: el Estado de derecho, la criminalidad y la corrupción.
“Es poco probable que el inversionista, no el de bolsa, sino el que inyecta miles de millones de dólares, traiga sus capitales a México si sigue inseguro de que el gobierno va a incumplir o cambiar las reglas del juego. Se tiene que cuidar que se cumpla el Estado de derecho”.
Dos, un ambiente de inseguridad y criminalidad como el que se vive en el país no es propicio para inversiones porque las empresas no puede trabajar de forma normal. Y tercero tiene que haber avances concretos y evidentes desde la perspectiva de combate a la corrupción.
En opinión de Polidura, ya se observa evidencia que la curva de aprendizaje para el gobierno de López Obrador se está acabando, por ejemplo, cuando se habla de que se van a reactivar los proyectos petroleros o de infraestructura con la iniciativa privada.
“Vemos con buenos ojos lo que se está tratando de hacer. Ahora bien, para 2020 necesitamos que se siga por ese camino, y se acelere la ejecución de proyectos, porque de nada sirve ser más disciplinado o llevarte bien con la iniciativa privada si no hay inversión y ejecución”, añade el directivo.