Luego del apagón del pasado lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que se “hace un escándalo” por parte de un grupo que apuesta por la debacle de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que no quiere a su director, Manuel Bartlett, a quien defendió.
En su conferencia de prensa matutina, aseguró que la controversia de este hecho es “un asunto de negocios”.
“Hay un problema, como este apagón, y hacen un escándalo y suponen que ya es la debacle de la CFE, cosa que ellos quisieran, que ansían para que se entregue el sector a los particulares. Es un asunto de negocios, básicamente, nada más que al Presidente de México el único negocio que le importa es el negocio público. Yo estoy aquí para defender los intereses de los ciudadanos”.
“Ya lo dije una vez y lo repito, no me paga Iberdrola. No me pagan las empresas. A mí me paga el pueblo para que yo lo represente”.
Manifestó que empresas privadas no quieren al titular de la CFE, pero el disgusto no es con Bartlett, sino con el Presidente de la República, puesto que él lo nombró. Destacó que fue quien ordenó revisar los contratos fir mados en sexenios pasados.
“Piensan que Manuel Bartlett, que está viendo los contratos con Iberdrola, es el intransigente. No, es que yo le estoy pidiendo que vea esos contratos”, afirmó.
“Hacen campañas en contra de servidores públicos, porque a los que ven moderados, fresas, a esos no los tocan. A los que ven más cercanos a lo que piensa el Presidente, a esos les dan”, dijo.
Acusó que desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se buscó afectar a la CFE y cerraron las plantas, a declarar que eran obsoletas, y subutilizar a la empresa.
“Lograron una legislación para que, en el despacho de energía a la red nacional, las plantas de la CFE se quedaran al último, y que las plantas privadas fueran las primeras en subir la energía, en ser despachadas en el Sistema Nacional de Energía”, dijo.