La mayor presencia de componentes tecnológicos en los automóviles, con el encarecimiento de autopartes y el regreso a la movilidad, siguen impactando la siniestralidad para las aseguradoras, empresas que enfrentan el reto de mantener la demanda en un segmento de mercado que se mantiene al alza.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el seguro de autos tiene ante sí retos como la importación de refacciones de otros mercados, mientras los autos se han vuelto más seguros, pero el mercado se ve impactado por la inflación.
“La movilidad se está convirtiendo en un tema muy relevante no sólo para CDMX, sino para todas las ciudades del país. Esto implica una gestión relevante alrededor de los automóviles. Ahora tenemos vehículos que cuentan con mucha mayor tecnología y componentes de seguridad, con normas que van evolucionando para que los vehículos sean mucho más seguros”, explicó el titular de seguros de daños y automóviles de la AMIS, Carlos Omar Jiménez.
Según cifras de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), al cierre del tercer semestre de 2023 la siniestralidad alcanzó 69.1 mil millones de pesos, un crecimiento de 17.2%, en cifras anuales, debido principalmente al alza del costo de las reparaciones por la escasez de refacciones.
Ante ese entorno, el sector asegurador busca alternativas para aminorar el impacto en sus costos y que no se vea reflejado en el mayor precio de los seguros para el usuario final.
“Lo que está sucediendo es que tras las colisiones, estas piezas pueden ser con tecnología y microchips que pueden provenir de otros países, implican otros retos para suministrar este tipo de insumos. Todo esto nos lleva a seguir buscando las estrategias para que las reparaciones, el abasto, las piezas, no sólo sean conforme a las reglas actuales, además de que hay un crecimiento de las empresas que venden automóviles”, resaltó el organismo.
La siniestralidad en autos representa 23% del total del sector asegurador en México, que al cierre de septiembre de 2023 alcanzó 302 mil millones de pesos, de acuerdo con las cifras de la CNSF. De acuerdo con la AMIS, además de los fuertes costos por encarecimiento de componentes, el alto impacto en siniestralidad en automóviles también enfrenta retos como robo y gastos médicos, entre otros.
“En automóviles la siniestralidad no solo son colisiones. Son gastos médicos, robo, caída de árboles, y esto ayuda a que la siniestralidad se equilibre entre distintos riesgos a los que está enfrentando el automóvil”, dijo el directivo.
En tanto, la contratación de seguros de autos se ha visto favorecida por una mayor venta de unidades. Las cifras de la CNSF resaltan que al cierre del tercer trimestre de 2023 alcanzó 110 mil millones de pesos, un alza de 19.2% en términos reales respecto al año previo.
Al respecto, la directora general de la AMIS, Norma Alicia Rosas, explicó que la mayor venta de autos se ve necesariamente reflejada en el crecimiento de la siniestralidad de automóviles.
“Hay mayor venta de vehículos nuevos, hay mayor aseguramiento y, consecuentemente, si comparamos siniestralidad contra 2022, cuando no había tanta movilidad, también aumenta”, dijo la directiva.
Se mantienen los riesgos
La CNSF resalta que para 2024 se mantienen las presiones en la siniestralidad, principalmente por los altos costos en los servicios hospitalarios y en el precio de las autopartes, lo que implica también largos tiempos de espera en la reparación de vehículos, con impactos reputacionales para el segmento.
En tanto, se espera que las instituciones de seguros tengan una mayor exposición a los ataques cibernéticos debido a la intensificación del uso de tecnologías y trabajo remoto.