La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que agrupa a todos los fabricantes de vehículos en el país, considera que el gobierno federal debe ampliar el marco normativo para que se potencie la producción y venta de autos eléctricos.
Entre los principales retos que enfrenta la migración tanto de las flotas de transporte de carga, como de autos particulares a vehículos eléctricos, figuran el establecimiento de estándares mínimos de seguridad para vehículos híbridos, la infraestructura de recarga e incentivos fiscales.
“Se requieren incentivos fiscales y no fiscales para poner a los autos eléctricos al alcance de todos los sectores, no solo para que se incremente su demanda sino para que lleguen a ofrecerse a precios más bajos”, dijo José Zozaya, presidente de la AMIA.
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Además, planteó un marco regulatorio para la disposición y reciclaje de las baterías eléctricas.
En la mesa redonda El futuro de la electromovilidad en México, organizada por AMIA, la directora de Análisis de Datos e Inteligencia Económica de la Secretaría de Economía, Fiorentina García, comentó que el principal reto para una masificación de los autos eléctricos es la normatividad para tener “un piso parejo” para que las automotrices cuenten con los mismos estándares de calidad e infraestructura.
Además, se debe crear un ecosistema de información para que los consumidores puedan estimular la demanda de vehículos eléctricos, pero con más información sobre los mismos.