Más que intercambiar cartas de reclamaciones, México y Estados Unidos deben aprovechar la apertura y disposición al diálogo que existe con el inicio de la actual administración estadounidense, dijo el presidente de American Chamber México (AmCham), Jorge Torres.

Consideró que la relación entre México y la nueva administración estadounidense empieza “con el pie derecho” y hay “buenas señales” del interés en sentarse a conversar sobre asuntos que conciernen a ambas partes.

Por eso, es importante encontrar soluciones alineadas a los retos que se presentan entre las
dos naciones, sobre todo considerando el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), afirmó en entrevista con EL UNIVERSAL.

Con respecto a las diferencias entre el sector privado estadounidense y el gobierno mexicano respecto a las nuevas políticas en materia de energía, dijo que hay que aprovechar la apertura al diálogo que surge con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos.

“En el T-MEC hay mecanismos de resolución de controversias, donde se pueden desahogar cualquier tipo de elementos que quieran ser revisados, y uno de ellos puede ser el energético”, manifestó Torres.

Integración energética

“Creo que más allá del intercambio de posturas por escrito, que fue un mecanismo utilizado recientemente, [aprovechar] el hecho de tener apertura al diálogo, la disposición para sentarse a la mesa para poder ver que realmente hay una integración energética como bloque”.

Comentó que la regla es clara en el T-MEC respecto a respetar la soberanía de cada país, además de buscarse la integración energética de Norteamérica.

“Me parece que es importante que de manera auténtica estemos sentados a la mesa, buscando la integración energética, garantizando y respetando la soberanía de cada país. Esto implica que haya desarrollo, infraestructura moderna, innovación, buenas prácticas, y va a ser un elemento toral, porque son de largo plazo las inversiones”, expuso el directivo de AmCham.

Inversión estadounidense

Dijo que los inversionistas estadounidenses son importantes para México, pues de 1999 a 2020 invirtieron 279 mil millones de dólares, es decir 46.9% de toda la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibió la economía mexicana en ese lapso, y hay optimismo de que llegará más por la relocalización de empresas que operaban en Asia y que ahora buscan estar más cerca de Estados Unidos.

Torres recordó que “para detonar un mayor ritmo de inversiones, necesitamos seguir impulsando reglas claras, dar certidumbre jurídica, para seguir atrayendo inversión”.

Explicó que para AmCham hay cinco prioridades en la agenda, que son enfocarse en la contribución a la recuperación económica, impulsar el comercio bilateral a través de la implementación del T-MEC y la cooperación regulatoria.

En tercer lugar está la seguridad pública, y le siguen la certeza sobre las inversiones e impulsar la integración energética de Norteamérica.

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