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Los ajustes fiscales como aumentos de impuestos o recortes al gasto, suelen castigar a los gobiernos con menos votos en las urnas, según establece un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos prefiere un recorte al gasto que pagar más impuestos durante una recesión, revela el estudio Consolidaciones fiscales y resultados electorales en economías emergentes: ¿Importa la combinación de políticas?: Evidencia a nivel macro y micro de América Latina.
Los especialistas del BID de la división de Gestión Fiscal, Martín Ardanaz, y el líder del Grupo de Economía del Comportamiento, Carlos Scartascini, junto con el académico Mark Hallerberg, aplicaron una encuesta a más de 6 mil personas en siete capitales latinoamericanas, en México, Chile, Colombia, Honduras, Panamá, Perú y Uruguay.
Lo anterior, con el propósito de conocer las preferencias de los ciudadanos sobre instrumentos de consolidación fiscal durante los ciclos económicos.
Para el caso de México, se encontró que sólo 8% del total apoya el uso de impuestos como medida para enfrentar una recesión o crisis, y 24% valida aplicarlo durante una fase de expansión de la economía.
En cambio, en cuanto al uso del gasto público, 37% dijo estar de acuerdo con esta decisión en tiempos difíciles, y sólo 22% lo apoya cuando hay una mejoría de la situación económica.
En todos los países, a un grupo de encuestados se les presentó un caso hipotético donde la economía estaba en recesión y el gobierno se estaba quedando corto en ingresos.
Al respecto, Scartascini escribió una nota en el blog del BID respecto a que en cualquiera de las dos opciones que se elija como parte de un ajuste presupuestario o la denominada consolidación fiscal, hay casi 30% de posibilidades de que un gobierno de América Latina sea reemplazado por otro con una ideología distinta.
Disciplina fiscal. El estudio también señala que una falla de disciplina fiscal puede resultar costosa para el electorado, destacó.
Refirió que de acuerdo con el ejercicio elaborado, cuando se produce una recesión, las personas en América Latina y el Caribe rechazan los aumentos de impuestos.
De hecho, los votantes tienen cuatro veces más probabilidades de preferir un ajuste fiscal mediante una reducción del gasto público que resolver el problema mediante un incremento de los gravámenes, apuntó la encuesta.
Estas preferencias son particularmente marcadas en las personas con bajos niveles de ingresos, ya que los ajustes fiscales tienen un fuerte componente distributivo, explicó.
También destacó que la recaudación de ingresos en la región depende en gran medida de los impuestos indirectos, como los el que se aplican a las ventas o sobre el valor añadido como el IVA, lo que contrasta con 30% de los impuestos en los países miembros de la OCDE, pero recaen de manera desproporcionada sobre los pobres.
El estudio también señala que gran parte del gasto público en América Latina y el Caribe, con sus importantes desembolsos en partidas como la educación superior, el seguro de desempleo y las pensiones, no se centra en los pobres.
Se favorece a los ciudadanos más ricos, que estudian en las universidades o trabajan en el sector formal, señaló el BID.
Todo esto explica en gran medida por qué los votantes más pobres, que constituyen la mayoría del electorado, toleran las reducciones en el gasto público.
Sin embargo, los votantes se opondrán con furia a los gobiernos que aumenten los impuestos sobre las ventas, estableció.