Una vez más, el saldo de la deuda de estados y municipios creció como efecto de las altas tasas de interés. En el segundo trimestre de 2023 se ubicó en 675 mil 448 millones de pesos, contra 643 mil 565 millones de pesos del mismo periodo de 2022, revelan datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Con ello, el saldo de la deuda subnacional aumentó en 30 mil millones de pesos más, en un entorno en el que la tasa de referencia se mantuvo en 11.25%.
El líder del área de Finanzas Públicas de ARegional, Omar Lugo Bautista, observó que mientras los estados y municipios no fortalezcan sus ingresos propios, seguirán endeudándose o no podrán hacer frente a sus obligaciones.
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Es posible dotar a la población de los servicios básicos sin recurrir al endeudamiento, recalcó.
Por ejemplo, mencionó el caso de Querétaro, entidad que recientemente decidió no tomar deuda y se está financiando con sus propios ingresos. Así, hay dos gobiernos estatales que adoptan esta política de no endeudamiento, siendo Tlaxcala el primero, recordó.
La deuda estatal se concentra en siete entidades federativas, que tienen 63.3% del total: Ciudad de México, Nuevo León, Estado de México, Chihuahua, Veracruz, Coahuila y Jalisco.
En el caso de la Ciudad de México, dijo que es de las más endeudadas por las necesidades que tiene en infraestructura, como el Tren Suburbano, lo que le trae mayores gastos.
Pero no tiene tanto problema, indicó, dado que el nivel de endeudamiento es autorizado por el Congreso, lo que implica que cuenta con la misma garantía que la Federación.
“Aunque tenga la deuda más alta, tiene calificaciones otorgadas triple A, respaldadas por el soberano”, enfatizó Lugo Bautista.
Falta transparecia
Para el senador morenista Alejandro Armenta, si bien la Ley de Disciplina Financiera ha permitido identificar y controlar la deuda, existen mecanismos denominados “fuera del presupuesto” que impiden visualizarla de manera detallada y transparente, al ocultarla detrás del concepto de gasto público.
Es decir, que hay entidades y municipios en los que no se puede saber si han incrementado sus niveles de endeudamiento.
Lo anterior, expuso, porque bajo el concepto de “obligaciones”, al no ser parte de la definición de “deuda pública”, propicia falta de transparencia en la información financiera, presupuestal y programática que reportan estados y municipios.
Según el legislador, vía la figura de asociaciones público-privadas se ha detectado que los gobiernos estatales y municipales generan colaboraciones que, en un principio, permiten contribuir al desarrollo.
No obstante, esta colaboración luego se convierte en deuda, advirtió al presentar su libro Disciplina financiera: activo de la transparencia en la nueva era de México.
De acuerdo con el sistema de alertas de Hacienda para medir el nivel de endeudamiento, sólo Chihuahua y Coahuila se colocaron en amarillo, es decir, que está en observación.
Sólo Chihuahua está en semáforo rojo en el indicador que mide el servicio de deuda y obligaciones sobre ingresos de libre disposición.
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