La inflación no deja de subir en México, no sólo por lo que se refiere a los precios al consumidor, sino también en actividades productivas como la construcción, lo que impacta al menos a 18 millones de familias que tienen la necesidad de construir o ampliar su vivienda.
Por actividades, en los precios al productor destaca el aumento que han registrado los costos relacionados con la industria de la construcción, que en agosto del año pasado alcanzaron un incremento anual de 15.82%, el mayor observado desde septiembre de 1999; la tasa más alta en 22 años, de acuerdo con datos del Inegi.
Desde agosto del año pasado, la variación anual del índice de precios al productor en la construcción ha fluctuado hasta llegar a 14.10% en marzo de 2022, la mayor alza entre las diferentes actividades industriales del país al cierre del primer trimestre de este año.
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En México se estima que hay 23.9 millones de viviendas particulares habitadas, de las cuales 13.9 millones (58.1%) requieren construcción o ampliación de espacios, construir un cuarto o baño, ampliar o modificar la cocina, así como otros espacios, de acuerdo con los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Vivienda 2020.
Asimismo, hay 8.2 millones de familias con necesidad de una vivienda adicional a la que tienen, de las cuales, 4.5 millones la proyectan construir. En conjunto, serían por lo menos 18 millones de familias que pretenden construir o remodelar su vivienda y que están siendo las más afectadas por el repunte de los precios de los materiales de construcción en el país.
Lo anterior, sin considerar a 14 millones de hogares que requieren arreglos o remodelaciones menores, como reparar o colocar piso y cambiar ventanas o puertas. En estos casos, los productos para reparación menor de la vivienda reportaron un alza anual de 17% en la primera mitad de abril.
Durante la primera quincena de abril, la inflación general anual se colocó en 7.72%, por lo que los analistas económicos y financieros estiman que seguirá aumentando, pues todavía no alcanza su máximo, de forma que la proyección al cierre del año podría revisarse hacia un nivel de 8%.
Por los cielos
“Aquí hay un elemento común para todas las empresas productoras de bienes materiales para la construcción, desde las fundidoras de acero, hasta el cemento y los hornos de tabique, y es que consumen gas, cuyo costo ha registrado un alza muy importante (32.4% en marzo a tasa anual)”, explicó Raymundo Tenorio, profesor e investigador emérito del Tecnológico de Monterrey.
Hay ramas industriales como la cementera, en donde el valor del gas, como proporción del costo total, es superior al de la nómina. Igual para la industria del acero, particularmente la fundición, e incluso el estufado, con el que se moldea la madera, agregó el especialista.
Por grupos de materiales, los que reportaron el mayor incremento en sus precios fueron los productos de plástico, con un aumento de 31.76% en marzo de 2022, con respecto al mismo mes del año anterior. En tanto, el conduit de PVC y otros materiales registraron un incremento de 31.97% y los tubos de plástico se encarecieron 31.34%.
Le sigue el grupo de los productos metálicos, con un alza anual de 28.1% en el periodo de referencia, entre los que destacan las estructuras metálicas, con un aumento de 30.73%; láminas metálicas, 28.90%; tubos y ductos metálicos, 25.05%, así como puertas, ventanas y escaleras metálicas, 18.03%.
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Además, los insumos para la construcción relacionados con la madera registraron un incremento anual de 25.02%. Entre dichos bienes destaca el alza de 34.27% en el costo de la madera para estructuras, así como el triplay, que aumentó 34.27%.
Otros insumos del sector que merecen especial atención por su incidencia en los costos son, por ejemplo, el alza de 15.55% del mortero; calentadores, 15.34%; azulejos, 15.4%; loseta de cerámica y esmaltada, 15.26%; partes estructurales de concreto, 14.28%; muebles y accesorios para baño y cocina, 14.46% y 12.86% respectivamente; yeso, 12.44%; grava, 12.96%; cemento, 12.19%, y cal, 11.81%.
En el contexto de alza de precios, las familias están limitando o posponiendo sus proyectos de construcción o mejora del hogar debido a que su ingreso primero lo destinan a pagar deudas, después a canasta alimentaria y, en tercer lugar, a mejorar su vivienda, destacó Tenorio.
