El gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), prepara la construcción de un tren suburbano de pasajeros —similar al que opera en la Zona Metropolitana del Valle de México— para unir el sur de Hidalgo con el nuevo Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles de Santa Lucía.
La Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) lanzará al arranque de 2021 una licitación para los estudios de preinversión de esta obra que “busca aprovechar el derecho de vía ferroviaria con una longitud de 40.2 kilómetros y de la cual 18.3 kilómetros está en desuso, concesionada a Ferrosur”.
El tramo iniciaría en la estación Téllez en Hidalgo y concluiría en la terminal aérea.
Se calcula mayor demanda de transporte en la zona de 41 mil 268 viajes/día, pues más de 60% de los traslados es en unidades de baja capacidad.
Este es el segundo tren suburbano que llegará a la nueva terminal aérea.
Es decir, se llegará desde el norte y sur al nuevo con este medio de transporte.
Esta primera obra se trata de una extensión de 23 kilómetros, cuatro estaciones intermedias, la estación terminal aeropuerto y centros de transferencia modal CETRAM en cada estación, con sistemas de señalización, control de trenes y telecomunicaciones para el servicio.
Del suburbano que llegará al aeropuerto de Santa Lucía de Hidalgo, la ficha técnica obtenida por esta casa editorial señala que los estudios que se licitarán permitirán diseñar y construir un medio de transporte cómodo, seguro y responsable con el medio ambiente.
Explica que “la movilidad de bienes y personas en la región sur de Hidalgo tiene como asignatura pendiente la modernización de la infraestructura ferroviaria, para lo cual es indispensable impulsar proyectos”.
El objetivo es trabajar en el tendido de la red férrea conocida como Línea HA, ramal troncal Línea H, que une a Hidalgo con el Estado de México, concesionado a la empresa Ferrosur.
Potencial económico y social
El documento detalla que la región sur de Hidalgo (zona metropolitana de Pachuca y Tula) y del Valle de México presentan un elevado potencial de crecimiento económico y social.
Sin embargo, la expansión urbana en la región ha originado una problemática compleja que se refleja en un sistema de transporte público urbano y regional obsoleto y deficiente, con altos costos de transporte, mayores tiempos de viaje, contaminación ambiental, accidentes, inseguridad y exclusión social, que limitan la productividad, accesibilidad y conectividad a centros de trabajo —como será el futuro aeropuerto—, hogar, educación, salud y recreación.
Indica que en materia de impacto ambiental se presenta un alto crecimiento de vehículos-kilómetro y una fuerte tendencia hacia la motorización, que representa una tasa anual de 6%, por lo que no hay un modelo de movilidad urbana sustentable que conecte en una visión integral a la población.
