El empleo se va a estancar debido a que persisten los problemas estructurales en la economía mexicana y se agotó el rebote de 2021, advirtieron analistas consultados por EL UNIVERSAL .
La creación de empleos formales será de 460 mil en 2022, indican los resultados de la encuesta que el Banco de México ( Banxico ) publicó el pasado martes.
Esta cifra es casi la mitad que el récord de 846 mil puestos alcanzados en 2021, cuando se dio el rebote económico. También es 28% menor al promedio de los cinco años previos a la pandemia, de 636 mil plazas anuales.
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El sondeo, aplicado a 38 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado, reveló que la expectativa es que la cifra disminuya a 400 mil nuevos empleos para 2023.
La oferta laboral será insuficiente no sólo para cubrir la nueva demanda, sino que tampoco compensará los puestos que se dejaron de crear durante la pandemia para los jóvenes que buscan sumarse al mercado, cuyo déficit se estima entre 800 mil y 1.1 millones de plazas, advirtió Axel Eduardo González , investigador de México ¿Cómo vamos?
“Podemos hablar de que el rebote de la economía se agotó y ahora estaríamos entrando a un periodo de menor dinamismo”.
Desde su punto de vista, el país puede enfrentar ahora un estancamiento en la generación de empleos a lo largo de 2022.
El especialista alertó que “la precariedad laboral que se ha observado históricamente en el país prevalecerá, debido a que no existen políticas públicas que busquen hacer una reconfiguración significativa en la distribución del empleo formal e informal ”.
En general, dos de cada tres empleos generados durante 2021 fueron de carácter informal, es decir, no contaron con acceso a servicios de salud y prestaciones laborales que marca la ley y con bajos salarios, indicó el Inegi .
“El reto para el mercado laboral este año será detener la precarización, informalidad, condiciones críticas de ocupación, asegurar que los trabajadores tengan las prestaciones adecuadas y eso implica un clima de negocios que le permita a las empresas poder cumplirlo y estimular mayor inversión”, comentó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
Fin del rebote
Luego de una fuerte caída como la de 2020 por la emergencia sanitaria , la economía recuperó parte del terreno perdido en un periodo relativamente corto.
En 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) del país cayó 8.4% y se estimaba que en 2021 podía alcanzar un repunte de hasta 6.3%; sin embargo, hoy se sabe que dicho rebote fue más modesto, de 5%, de acuerdo con la estimación oportuna publicada recientemente por el Inegi.
Ello porque la expansión económica de 2021 se basó en lo ocurrido de abril a junio, cuando se vio un alza de 19.9% con relación al mismo lapso de 2020.
Sin embargo, el incremento se debió a que la base de comparación fue muy baja en términos estadísticos, explicó De la Cruz.
“Gran parte del dinamismo del año pasado estuvo centrado en el segundo trimestre y después fue perdiendo fuerza, ya que, a partir de septiembre, la economía necesitaba nuevos fundamentos para crecer, como sería la reactivación de la inversión”.
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Una vez que las empresas recuperaron parte de su capacidad productiva comenzaron a recontratar personal. Sin embargo, la condición actual de menor crecimiento económico ya no les genera incentivos para seguir contratando gente, en especial a los micro y pequeños negocios que son responsables de 56% del empleo que existe en el país, explicó De la Cruz.
La previsión de crecimiento del PIB bajó de 2.8% a 2.2% para este año, y de 2.2% a 2.1% para 2023, mostraron los resultados de la reciente encuesta de Banxico.
Después de 23 meses de haber iniciado el confinamiento por Covid-19 , el mercado laboral en México continúa con señales de debilidad y las condiciones generales han empeorado, se advierte en un estudio recientemente publicado por BBVA Research .
Los especialistas identificaron cuatro rasgos vulnerables en la reactivación del mercado laboral: acelerada recuperación en los niveles de informalidad laboral, que abarca 56.5% de la población ocupada, tasa similar al nivel prepandemia; así como niveles de subocupación que han venido descendiendo de manera marginal, pero que continúan tres puntos porcentuales por arriba del nivel de diciembre de 2019.
Además, aún se reportan niveles de desempleo altos, de 4% en diciembre de 2021, luego de registrar 3.2% dos años antes, y una recuperación de empleo con condiciones críticas de ocupación, donde prácticamente la cuarta parte (24.3%) de los ocupados se clasifican en esta condición.
Por lo que se refiere a los incrementos del salario mínimo, consideraron que no han impactado a la distribución salarial de trabajadores afiliados al IMSS.
Lo que se observó es que se compacta la distribución salarial y se ha generado en los últimos años una mayor concentración de trabajadores en empleos de hasta dos salarios mínimos, e incluso han desaparecido puestos de trabajo con rango de salario de más de 18 minisalarios.
En este contexto, los analistas de BBVA alertaron que uno de los riesgos latentes sobre el mercado de trabajo sigue siendo la pandemia y sus variantes que continúan incidiendo negativamente en la actividad económica.
Otros factores son la poca inversión, problemas de inseguridad, falta de certidumbre jurídica y cambio de reglas en el país.
Respecto a la recuperación laboral por actividades, los especialistas coincidieron en que ha sido desigual. “Por ejemplo, la industria de la transformación recuperó el nivel de empleo formal 10 meses después del inicio de la pandemia , pero en el caso de los servicios tras 23 meses del estallido de la crisis no recupera el nivel previo”, dijo González.
El investigador expuso que los servicios han sido los más afectados por las medidas de contención de la pandemia. El cierre de actividades relacionadas al comercio, los restaurantes y turismo, si bien se han recuperado, todavía siguen rezagados, por lo que van a continuar dando problemas para contratar.
Las actividades que ahora enfrentan dificultades para aumentar su ritmo de expansión laboral son la edificación en el sector de la construcción , minería , extracción de petróleo y gas , generación de energía eléctrica que también enfrenta problemas, detalló José Luis de la Cruz.
“Dentro de manufacturas, las actividades con mayores limitaciones son el sector automotriz y las actividades que son altamente intensivas en uso de recursos humanos como el calzado, textil y vestido, que enfrentan la recuperación sin poder contratar más gente”.
En opinión de De la Cruz, los sectores económicos con mejor perspectiva son aquellos vinculados a la exportación.
“Ahí está existiendo el crecimiento y es lo que va a seguir ocurriendo durante los siguientes meses. Será en las ventas al exterior donde se pueda ver una economía más dinámica”.
El rezago
Una problemática persistente desde que empezó esta crisis, es pensar no sólo en los empleos que se perdieron, sino en los que dejaron de generarse y tiene un impacto en jóvenes que buscan integrarse a la fuerza laboral, destacó González.
Si bien, el empleo formal regresó al nivel de 2019, analistas de banco Base indicaron que no se puede hablar de recuperación completa, pues el nivel está muy por debajo de la tendencia que se tenía antes de la pandemia.
“Con respecto a la tendencia del crecimiento promedio en el periodo 2000-2019 se tiene un rezago de 895 mil puestos de trabajo formales. Sin embargo, es importante recordar que el declive de la economía mexicana comenzó un año antes de la pandemia, cuando el PIB se contrajo 0.2% en 2019. Con respecto al crecimiento promedio del periodo 2000-2018, el rezago de empleos asciende a un millón 128 mil”, precisaron los analistas.
Otra variable importante en el desempeño de la economía es la inversión y cómo puede ser una palanca para el crecimiento.
“No sólo hay que ver cuál es el desempeño de la inversión al cierre de año, sino cuáles son las políticas que se impulsan desde la inversión pública, principalmente para incentivar este indicador y que sirva de apalancamiento para contrarrestar los retos que tiene la economía”, opinaron en México ¿Cómo vamos?
Uno de los puntos focales que podrían contrarrestar los retos para este año, puede ser el cambio de estrategia en términos de capital, específicamente en lo relacionado a inversión pública, agregó González.
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