EL UNIVERSAL constató que personas operan en grupos de Facebook para estafar a quienes buscan rentar algún departamento o casa en la Ciudad de México.
Los defraudadores se comunican con la víctima potencial mediante mensajes privados y, cuando logran hacerse de la confianza de éstas, piden el depósito de una renta para “apartar el departamento”, con el argumento de que, debido al bajo costo, hay muchas personas interesadas en el inmueble.
En enero de 2022, la señora Socorro Torres se vio en la necesidad y urgencia de alquilar una vivienda, por lo que, ayudándose de un grupo de renta de inmuebles en Facebook, consiguió un departamento bien ubicado en una de mejores zonas de la alcaldía Iztacalco: económico, recién remodelado, aceptaban mascotas y lo mejor era que le ofrecían facilidades para cubrir el costo del depósito y de la primera renta, pero no sabía que eso se convertiría en una pesadilla para ella y su familia.
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“Contacté (a quien dijo ser una agente inmobiliaria) por Facebook, me dijo que podía pasar a ver el departamento. Pasé, me lo muestran, salgo del edificio y me marca por teléfono esta persona. Me dice que le confirme si lo quiero. Le dije que sí, pero que no tengo fiador, pero me dijo que no había problema (…) Me manejó que había mucha gente interesada en él y que le depositara la renta de 5 mil pesos para apartarlo. Me la jugué, fui al banco y le deposité, porque hasta me mandó la foto de una credencial de elector con el nombre de la persona a quien iba dirigido el depósito”, relató.
Con una buena atención, los supuestos agentes inmobiliarios se encargan de publicar en diferentes grupos de Facebook los inmuebles que, supuestamente, tienen en renta. Los posteos suelen ser de perfiles particulares, que brindan confianza, ya que tienen cierta antigüedad en la red social y describen el espacio, el costo, los requisitos y esto viene acompañado de fotografías de las casas o departamentos.
Las publicaciones con las que cometen el ilícito son replicadas por otros perfiles que exhiben las mismas fotografías, pero en diferentes alcaldías de la capital, aunque con el mismo modo de operar.
En entrevista con la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina, el oficial Alejandro Espinosa precisó que este tipo de estafas es la que más genera reportes en la unidad cibernética, que recibe “mensualmente unos 4 mil reportes, de los cuales muy cerca de 50% corresponde a temas de fraude en sus distintas modalidades”.
Esta casa editorial acudió al domicilio que alquilaría la señora Torres, pero los vecinos no quisieron platicar sobre el departamento número 4.
Al monitorear ciertos grupos en Facebook, se encontraron dos perfiles: uno identificado como Jet Rodríguez, y el segundo de Vale Lu Rodri ; ambos pedían el depósito a la misma cuenta, pero adjuntaba identificaciones distintas. Además, usan las mismas fotos para promocionar dos inmuebles en diferentes zonas de la capital.
En un recorrido a una de esas propiedades, al preguntarle a un vecino por la dirección publicada, de inmediato advirtió que se trata de una estafa, porque a él le constaba que varias personas habían acudido al lugar después de haber depositado su dinero y entonces cayeron en la cuenta de que se trataba de un edificio de oficinas y que nunca existió un departamento.
“No los están rentando, porque estos departamentos ya están rentados, y los están estafando con 3 mil pesos de depósito y 3 mil de renta. Los miércoles los citan para que les den las llaves, no les dan nada y ya no les contestan”, refirió un vecino que prefirió no ser identificado.
Este diario también visitó la dirección marcada en la INE que el defraudador proporcionó: el lugar resultó no ser un domicilio particular, sino un local comercial de mensajería y paquetería en dónde el personal aseguró no conocer a la persona de la fotografía.
Aunque Socorro Torres ya no realizó el segundo pago que le pedían, no logró recuperar los 5 mil pesos que depositó para apartar el departamento que pretendía alquilar, a pesar de haber acudido a presentar una denuncia.
Espinosa, de la unidad capitalina de la Policía Cibernética , recomendó que “las víctimas de este tipo de fraudes se pueden acercar a nosotros para que mis compañeros les brinden una asesoría de lo que pueden hacer: capturas de pantalla de la publicación, la conversación que tuvieron con esas personas, el voucher del depósito que se hizo para que mis compañeros les indiquen a donde se tiene que hacer la denuncia y qué es lo que tienen que llevar”.
Una recomendación es acudir a la dirección del inmueble para corroborar físicamente que está en renta y entablar una conversación con el propietario de la propiedad (…) Los usuarios deben de recordar que las redes sociales no se crearon con el fin de la compraventa de estos servicios, se hicieron con el fin de comunicar, no tienen algo que los obligue a mostrarte algo que sea real, pues tú puedes publicar ahí lo que tú quieras”, agregó.
Por su parte, Maricela Rodríguez Pereyra, vicepresidenta de comunicación de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) , explicó en entrevista que, de un par de años a la fecha, “debido al aumento de la comercialización de varios productos en redes sociales, incluida la renta y venta de inmuebles, también incrementó el número de personas que, aprovechando la vulnerabilidad de las redes sociales, donde no está tan regulado este tema, encontraron este nicho de oportunidad para estafar a la gente”.
Detalló que el engaño explotó durante la pandemia, “porque con el poco conocimiento del virus y los contagios, la gente optó por estos mecanismos de compra o renta de vivienda, y no se cercioraba de que esas personas tuvieran credibilidad, o incluso existieran, para poder hacer una transacción donde iba de por medio su patrimonio”.
Ante ello, la AMPI recomienda a la población “que no hagan ningún contrato de arrendamiento hasta verificar que la persona con la que se está haciendo el contrato es el nombre del dueño de la propiedad, para evitar quedar en un estado de indefensión legal.
“A grandes rasgos, si se ve muy atractivo el precio en la zona, hay que dudar un poco, porque si no coincide el costo con la zona, entonces es un foco de atención que se debe de tomar en cuenta”.
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