El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) advirtió del riesgo del cambio climático al que denominó efecto “cisne verde”, porque de no atenderlo puede tener consecuencias sobre la estabilidad financiera.
En un documento, elaborado por funcionarios del llamado banco de los bancos centrales, alertó que el cambio climático amenaza con provocar diversos eventos que pueden terminar en una crisis financiera sistémica.
Consideró importante integrar en el análisis de riesgos, los daños que tienen que ver con el monitoreo del clima, por la incertidumbre radical asociada a este fenómeno físico, social y económico que cambia e involucra dinámicas complejas y reacciones en cadena.
Hizo ver que las evaluaciones de riesgos tradicionales y retrospectivas, y los modelos económicos climáticos existentes, no pueden anticipar con suficiente precisión la forma que adoptarán los riesgos relacionados con el clima.
Estos incluyen lo que llamamos riesgos de “cisne verde”, es decir, los eventos potencialmente extremadamente perjudiciales desde el punto de vista financiero que pueden estar detrás de la próxima crisis financiera sistémica, explicó. Para el BIS, los bancos centrales tienen un papel importante que desempeñar para evitarlo, incluso a través de la búsqueda para mejorar la comprensión de los riesgos relacionados con el clima, y con el desarrollo de un análisis prospectivo basado en escenarios.
Empero, reconoció que se trata de un problema complejo que requiere de una acción colectiva y la coordinación de acciones entre varios actores, incluido los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional.
Los bancos centrales pueden tener un papel adicional que desempeñar para ayudar a coordinar las medidas para combatir el cambio climático, señaló.
Entre ellas, agregó, pueden ser establecer políticas de mitigación del clima, como la fijación de precios del carbono, la integración de la sostenibilidad en las prácticas financieras y marcos contables.