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Con las tarifas de almacenamiento de turbosina que publico la Comisión Reguladora de Energía, la Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero) anticipa un aumento de 33% en el precio del combustible que se vende en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y su consecuente impacto en los costos de las aerolíneas y en los boletos que se cobran a pasajeros.
Rodrigo Pérez-Alonso González, director general del organismo empresarial, explicó que las tarifas fueron excesivamente “altas” y no atendieron o lo hicieron parcialmente, las consideraciones o comentarios de la industria, puesto que están por arriba de las tarifas que se cobran en aeropuertos como el de Chicago o el de otros a escala internacional.
Comentó que el esquema de la Comisión Reguladora de Energía, “así lo creo”, dijo, “es más para cubrir los problemas financieros que pudiera tener en este momento Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) en ese mercado, que para crear un mercado competitivo”.
Indicó que la Canaero —apoyado en recomendaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) —, le proporcionó a la CRE una tarifa propuesta para efectos de almacenamiento con base en las mejores prácticas internacionales.
Por ejemplo, la tarifa propuesta para la Ciudad de México —terminal aérea que realiza el mayor número de operaciones aéreas del país— fue de 69 pesos por cada mil litro.
La tarifa propuesta por ASA fue de 82 pesos y la tarifa propuesta inicialmente por la CRE fue de 119 pesos.
Sin embargo, al final la tarifa quedó en 143.98 pesos, por encima de sus propias recomendaciones iniciales y de las de ASA, lo cual representa un incremento de 21% en relación con su propia propuesta.