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Cada vez son más los turistas que visitan la Ciudad de México y prefieren alojarse en propiedades que se ofrecen en la plataforma Airbnb.
En cambio, los hoteles establecidos en la capital están recibiendo la menor cantidad de viajeros de los últimos cinco años.
La compañía estadounidense recaudó y pagó 41.5 millones de pesos entre enero y octubre de 2019 por impuesto de hospedaje en la principal ciudad del país.
Se trata de un incremento de 6.3 millones de pesos, o 18%, en comparación con los 35.2 millones que la empresa declaró el año pasado, lo que indica un aumento en la cantidad de turistas que contratan Airbnb cuando visitan la Ciudad de México.
Significa la menor cantidad de visitantes desde 2014 para un lapso similar, así como el segundo año consecutivo a la baja, de acuerdo con cifras del sistema de monitoreo Datatur de la Secretaría de Turismo (Sectur).
El gasto de los turistas que llegan a hoteles representa cuatro veces más que los que hacen uso de otra forma de alojamiento, de acuerdo con información del gobierno de la Ciudad de México.
Desde junio de 2017, Airbnb paga el impuesto de hospedaje en la capital del país. Desde entonces, ha recaudado y pagado 90.3 millones de pesos, detalló a EL UNIVERSAL la compañía con sede en San Francisco, California.
Dentro de la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Ciudad de México para el ejercicio fiscal 2020, las autoridades capitalinas presentaron una propuesta para elevar el impuesto de hospedaje de 3% a 5%.
Al respecto, Jorge Balderrama, gerente de Políticas Públicas de Airbnb México, dijo que “la propuesta apenas fue presentada, por lo que estamos en proceso de analizarla a profundidad para determinar las implicaciones que llegaría a tener”.
Enfatizó que Airbnb es la única empresa digital en el país que recauda este impuesto a los turistas que visitan la Ciudad de México, así como los que visitan Baja California Norte, Baja California Sur, Colima, Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Yucatán y, recientemente, el Estado de México.
El impuesto de hospedaje representa una vía de ingresos para los gobiernos estatales, y es la mayor fuente de financiamiento para las entidades turísticas.
