A poco más de dos años de haber sido inaugurado, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) está cerca de saturarse, llegando al límite de su capacidad de 6 millones de pasajeros en las condiciones actuales de infraestructura.
En el primer semestre de 2024, ese aeropuerto recibió a 2 millones 701 mil pasajeros y, de continuar esta tendencia, recibiría entre 5.4 y 6 millones de personas al término de este año.
El exdirector general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), Carlos Velázquez Tiscareño, comentó previamente en entrevista con EL UNIVERSAL que el AIFA “no soporta más de 6 millones de pasajeros en las condiciones actuales”.
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“El AIFA no tiene mucha capacidad, tiene 18 posiciones de contacto y nosotros 107”, aseguró a finales de enero pasado.
“Si yo dijera ‘te voy a mandar 8 millones de pasajeros anuales’, [el AIFA] no tiene dónde meterlos”.
Es por esto que el AICM no traslada todas sus operaciones al Felipe Ángeles, pues se necesitaría una ampliación de su terminal.
Áreas improductivas
Juan Antonio José, consultor aeronáutico, explicó que en el lado aéreo el AIFA está sobrado en capacidad y puede soportar la misma cantidad de vuelos que el ACIM, pero en el lado tierra es donde se podría decir que ya está saturado.
“El problema radica en el lado tierra. El edificio terminal tiene áreas improductivas porque se entregó la obra a medio terminar y habría que hacerlas productivas. No hay condiciones para nuevos mostradores”, explicó el especialista.
“Varias posiciones de contacto no funcionan [los pasillos por donde los pasajeros abordan el avión], sino que usan posiciones remotas, porque los pasillos telescópicos no funcionan por problemas en la infraestructura del AIFA”.
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Además, agregó, hay aeronaves de carga que se estacionan temporalmente en la terminal de pasajeros porque se necesita ampliar el área de carga.
José coincidió en que la capacidad de la terminal área, en las condiciones actuales, sólo puede recibir a 6 millones de pasajeros.
“El AIFA demuestra que no debió haber sido construido con un lado aire tan ambicioso, debieron dejar reserva territorial, y en el plan maestro una segunda pista para el futuro”, afirmó.
“La demanda actual demuestra que se excedieron en el lado aire. La paradoja es que su lado tierra, tanto en pasajeros como en carga, está virtualmente saturado”.
En comparación, el AICM recibió 22 millones 321 mil pasajeros en el primer semestre de 2024, es decir, 5.2% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Además, en enero el AICM implementó la segunda reducción de vuelos en horarios comprometidos para aliviar su saturación, con lo que se espera que este año transiten 46 millones de pasajeros por la principal terminal aérea del país.
El AICM no puede recibir menos de 40 millones de pasajeros al año porque se verían comprometidos sus ingresos por cobro de Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), dinero que se destina a pagar la deuda de la cancelación del aeropuerto que se iba a construir en Texcoco.
Problema a futuro
Juan Carlos Machorro, socio experto en Derecho Aeronáutico y Aeroportuario de la firma legal Santamarina y Steta, dijo que a dos años de operación del AIFA, los resultados no han sido los que el gobierno esperaba, por lo que es probable que la próxima administración tenga que revisar varias opciones sobre cómo atender la demanda aérea en el Valle de México.
Se estima que en 2030 la demanda de pasajeros en el Valle de México llegará a 100 millones de usuarios, por lo que aun conjuntando la capacidad del AICM y la del AIFA no alcanza para satisfacer esas necesidades.
“El AIFA no es una solución, ni siquiera a mediano plazo. Más que heredar una solución, este gobierno heredará un problema a la próxima administración”, afirmó.
Juan Antonio José agregó que el AIFA ha demostrado que atiende la demanda de la región noroeste del Valle de México, por lo que no habría necesidad de expandir su capacidad por el momento.
“Por el lado aire, las pistas, calles de rodaje y plataformas son propias de un aeropuerto que te puede dar hasta 100 millones de pasajeros. Lo que no tiene son edificios terminales y plataformas”, dijo.
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“En la zona pública faltan oficinas y mostradores para hacer la documentación. Hace falta más equipamiento e instalaciones operativas para darle atención a esos pasajeros”. Los accesos al AIFA también son complicados para los pasajeros, agregó.
Ayer, un grupo de habitantes del municipio de Tonanitla, Estado de México, bloqueó por más de seis horas el acceso hacia el AIFA.
Los manifestantes protestaban por la falta de pago de los terrenos ejidales utilizados para la construcción de las vías de acceso a la terminal aérea.
