El gobierno de la 4T dejó en manos de petroleras de Estados Unidos el negocio privado de la importación de gasolinas y diesel, en detrimento de firmas mexicanas que buscaron participar en este sector de combustibles.
Las petroleras y firmas de energía más importantes de Estados Unidos como Exxon, Valero, Shell y Tesoro, y la holandesa Trafigura, concentraron parte del negocio, que a noviembre de 2020 dejó ingresos por 2 mil 541.7 millones de dólares.
De esa cantidad, las importaciones de gasolinas realizadas por particulares ascienden a mil 634.2 millones de dólares y las de diesel a 907.5 millones, indican registros de la Secretaría de Economía, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo con especialistas y firmas de abogados consultados por EL UNIVERSAL, estas y otras compañías obtuvieron permisos para ingresar al país combustibles de importación, que en su mayoría estarán vigentes hasta 2038, lo que contrasta con cientos de empresas mexicanas cuyas licencias ya se vencieron o están por caducar.
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La situación se les complica más porque apenas el pasado 26 de diciembre de 2020, la Secretaría de Energía (Sener) publicó un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación que limita los nuevos permisos de importación de gasolinas y diesel a un año renovables, eliminando nuevos permisos de 20 años.
Desde marzo de 2020, con el inicio de la pandemia por el Covid-19, la Sener —encargada de otorgar los permisos— mantiene suspendidas sus operaciones y este 4 de enero pidió una prórroga al menos hasta marzo.
Resulta extraño también, añadió, que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) haya presentado una solicitud de suspensión de actividades. “Pareciera que se trata de una represalia ante los éxitos [los amparos] en energías renovables”.
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Entre las empresas con permiso vencido en 2020 o que está por caducar este 2021 están Energas, Gasopipas, Energéticos Lobo, Cargolive, JZ-Link, Nexoil, Combustibles y Refinados Burgos, Forza Combustibles, Petrorack, Kia Motors, Distribuidora de Combustibles Karzo, Fuels Oil and Gas, Energética Carvel, BP Estaciones, Glencore y Energéticos San Roberto, entre otras.
Tramitología, el lastre
Jorge Arrambide, del despacho Santos Elizondo, comentó que otra afectación para el sector con los nuevos criterios que estableció la Sener, no sólo se dio con la reducción de años de vigencia de los permisos —de cinco a uno—, sino que exige un permiso previo y atados a proyectos de almacenamiento.
La Sener, subrayó el abogado, amplió sus facultades para que de manera discrecional cancele los permisos ya otorgados.
López Velarde expresó que, en este caso, la negativa ficta permite a la Sener negar el trámite de un permiso si no contesta en 12 días hábiles.
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“Las restricciones de recortar plazos son absurdas, pero lo grave es que se amplían las facultades discrecionales de la Sener”, abundó.
Alain Duthoy, del despacho Lexoil Consultores, refirió que en 2020 la Sener sólo concedió 175 permisos de importación.
De enero a noviembre, según el Sistema de Información Energética de la Sener, empresas privadas, nacionales y extranjeras en México importaron 111.7 mil barriles diarios de gasolinas (22.5% del total) y obtuvieron mil 634.2 millones de dólares.
En diesel, las importaciones de privados se ubicaron en 83 mil 700 barriles diarios (50% del total), lo que les dejó ingresos por 907.5 millones de dólares.