El subsecretario para América del Norte, Jesús Seade, consideró que los agregados impuestos por Estados Unidos en el T-MEC, que incluye el monitoreo de la ley laboral mexicana, es redundante a lo que dispone el tratado, 90% interno e inofensivo, pero que debió haberse advertido, porque “expresa desconfianza”.
“En esto, como concesión a los duros del Congreso [de Estados Unidos], su proyecto de ley incluye un mecanismo interno de monitoreo de nuestra reforma laboral, redundante a lo que dispone el tratado, 90% interno e inofensivo, pero que debió haberse advertido y expresa desconfianza”, explicó a través de Twitter.
El funcionario, que ayer viajó a Washington para reclamar la imposición, dijo que como parte de este mecanismo de monitoreo se contempla nombrar a cinco agregados diplomáticos laborales en México, cuya función no está clara.
“México jamás aceptará si se trata en medida alguna de inspectores disfrazados, por una sencilla razón: la ley mexicana lo prohíbe”.
Señaló que el acuerdo firmado entre México, Estados Unidos y Canadá “no tiene letras chiquitas” y es 100% público.
Seade enfatizó que la “obsesión demócrata con enforcement, —término unilateralista que significa obligar a cumplir— costó sangre y se atendió con los paneles basados en ley con selección cruzada de sus miembros: la forma legítima de hacer valer, ambos países, nuestras leyes. INSPECTORES NO”, tuiteó con mayúsculas el funcionario.
“Esto es todo en la activa discusión reciente, en que muchos con malicia o desinformación hablan de las ‘letras chiquitas’ del tratado. Esto ni es del tratado ni nos compromete. Es discurso a sus galerías y los cinco agregados, una medida unilateral que sujetaremos 100% a lo acordado”.
El subsecretario defendió que el acuerdo complementario es un tratado trinacional.
“No tiene ‘letras chiquitas’, es 100% público. Es un muy buen acuerdo para México: se obtuvo mucho en trilateral. Por eso Estados Unidos ‘necesita extras’ para venta interna que no son parte del paquete”, insistió.
El encargado de la negociación aseguró que quedó establecido en la agenda que un tema crucial es que no haya inspectores laborales ni bloqueo de mercancía [por panel], como Estados Unidos quería.
“En vez, paneles binacionales: un panelista de Estados Unidos elegido por México, uno de México elegido por Estados Unidos, y un tercer panelista de fuera elegido por mutuo acuerdo; y 85 días postdenuncia y prepanel para que asunto se resuelva según ley interna”, propuso.
Otras exigencias rechazadas son aranceles estacionales, certificación laboral en frontera, no se eliminan las palabras “sostenida y recurrente”, lo cual puede aplicar castigos comerciales luego de un problema aislado y no patrón de comportamiento.
A través de la red social, señaló que la adenda recientemente firmada arregla el mecanismo de solución de controversias, porque nos permitirá como “rival más débil” ver disputas comerciales con base en derecho y no “en la mesa del ministro” de Estados Unidos, con relación a fuerza.