El recrudecimiento de la pandemia del Covid-19 provocó, en parte, que la desaceleración de la economía en los primeros meses del año terminara en una contracción del Producto Interno Bruto en el primer trimestre, por lo que la recuperación se mantiene en situación crítica, advirtió el Banco de México (Banxico).
Al diagnóstico se suman las previsiones de un aumento de la inflación general en los próximos meses, sobre todo por los precios de los energéticos, como efecto de la reactivación económica global.
Así lo ponderaron miembros de la Junta de Gobierno en la reunión de política monetaria del 25 de marzo, en la cual se decidió, por unanimidad, mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 4%.
Se comentó que esta pausa en el ciclo de relajamiento no significa que este haya terminado, y que estarán atentos por si se presentan las condiciones para continuarlo.
Para analistas, si bien el banco central está preocupado por el alza del Índice Nacional de Precios al Consumidor por el tono hawkish o halcón del anuncio de política monetaria, no se manda el mensaje de una pausa.
Banorte identificó que hay tres miembros que todavía ven espacio de recortes adicionales, y del otro lado, dos sin pronunciarse explícitamente al respecto.
Los banqueros centrales, reconocieron diversas fuentes, revisaron al alza las expectativas para la economía mexicana este año, por el sector externo y la vacunación.
Ante esto, uno estimó que México podría crecer hasta 5% en 2021, pese a la debilidad de la inversión, pero advirtió que no será sostenible.