Más Información
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
Oposición tunde diseño de boletas de elección judicial; “la lista definitiva la harán Monreal y Adán Augusto”, dice Döring
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
La agenda comercial de México para 2024 incluye una lista de pendientes difíciles de resolver en lo que resta de la actual administración federal, como negociaciones de tratados aún sin aprobar, y diferencias con los principales países socios.
El 1 de julio próximo se cumplirá el cuarto aniversario de la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), festejo al que se llegará con dos controversias comerciales.
La primera es por la decisión del gobierno mexicano de prohibir el uso del maíz transgénico para consumo humano, y la segunda por un caso en el que el gobierno estadounidense acusa la denegación de derechos laborales en la mina San Martín, queja rechazada por México argumentando que el hecho ocurrió antes de la entrada en vigor del T-MEC, y porque las minas no pueden someterse a un mecanismo laboral de respuesta rápida al no ser instalaciones cubiertas.
Asimismo, queda pendiente de resolverse el caso de Fujikura Automotive México, otra solicitud de mecanismo laboral que presentó el gobierno estadounidense el 14 de diciembre pasado.
En total, la Unión Americana ha iniciado 18 casos sobre supuestas violaciones laborales desde que el T-MEC entró en vigor.
A la par, siguen pendientes dos casos a los cuales se apuesta por una solución por la vía del diálogo, contra la política energética mexicana, considerada discriminatoria para empresas estadounidenses y canadienses, así como la acusación de falta de protección a la vaquita marina y a la totoaba.
Pero México no sólo tiene pendientes con los socios del T-MEC, sino también negociaciones o renegociaciones de acuerdos que se han quedado en el camino.
Por ejemplo, con el bloque europeo concluyó la renegociación del Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México (TLCUEM) en abril de 2020, pero aún no se firma el documento, que después deberá ser ratificado, pese a peticiones y visitas que funcionarios europeos al país.
Otros acuerdos en pausa son los que involucran al Reino Unido y Ecuador, los cuales llevan avance pero el gobierno mexicano dijo que no le interesa concluirlos. Es un caso similar al de Corea del Sur, a pesar de que al inicio de este sexenio se anunció que se iniciarían las primeras rondas, pero no se llevaron a cabo.
“En este momento, la verdad, no tenemos prisa en discutir ningún tratado comercial, adicional a los que ya te nemos”, dijo a EL UNIVERSAL la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, en agosto pasado.
Explicó que “el momento que se vive a nivel global nos dice que lo más conveniente para México y los mexicanos es el fortalecimiento de la economía nacional”.
El vicepresidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), Eugenio Salinas, dijo recientemente que para concretar los acuerdos pendientes parece que “no hay el mayor interés, no vi que se avanzara nada”.