Nos cuentan que en estos días se darán a conocer los efectos de la volatilidad global por la pandemia del coronavirus en los ahorros para el retiro de los trabajadores. La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), de Abraham Vela, así como las 10 administradoras que operan en México, han estado preparando a los trabajadores ante las fuertes minusvalías que se calculan en marzo en los recursos, las cuales se comerán parte de la buena racha que se logró desde diciembre de 2018. Nos dicen que si bien este ahorro se debe ver a largo plazo, es evidente que la crisis global del coronavirus provocará el enojo en más de un trabajador, principalmente por la incertidumbre de cuándo regresarán a la normalidad sus recursos en las Afore.
Con sólo 14 eventos se llevará a cabo esta semana la reunión de primavera, la primera de manera virtual en la historia del Fondo Monetario Internacional (FMI), de Kristalina Georgieva, y del Banco Mundial (BM), a cargo de David Malpass. Nos dicen que, en medio de la pandemia por el coronavirus, la mayoría serán eventos del fondo. En tanto, el BM sólo agendó una conferencia de prensa para el viernes. Mañana arrancan los trabajos con el esperado Informe de Perspectivas Mundiales del FMI, para seguir con el Reporte de Estabilidad Financiera. El miércoles, el G20 ofrecerá una conferencia virtual, el jueves el Comité Monetario y Financiero Internacional del fondo tiene su plenaria, y ese mismo día se presentarán las perspectivas para América Latina.
La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), que preside Miguel Elizalde, está a la espera de que el presidente Andrés Manuel López Obrador los clasifique como industria esencial para que reinicien actividades alrededor del 15 de abril. Nos cuentan que ya tienen conocimiento de que en Estados Unidos, el próximo 20 de abril se abrirá de nuevo la rama automotriz de vehículos pesados para autotransporte. La semana pasada, en su conferencia matutina, López Obrador se comprometió a autorizar a la industria automotriz y a fabricantes de autopartes establecidos en el país, reanudar actividades de tres a cinco días antes que sus contrapartes en Estados Unidos para embonar las cadenas de producción.