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Aeroméxico indicó que en marzo perdió aproximadamente 200 millones de pesos en ingresos debido a la suspensión temporal de seis aviones Boeing 737 MAX 8.
En conferencia con analistas, Andrés Conesa, director general de la empresa, explicó que debido a la suspensión de las operaciones de las aeronaves Boeing 737 MAX 8 y 9 en territorio mexicano, la aerolínea tuvo que utilizar dos aviones 737 700 que estaban en tierra desde enero, además de optimizar el resto de la flota.
Aeroméxico no está considerando la operación de los 737 MAX durante todo abril y mayo, ya que estima que estos aviones volverán a prestar servicio hasta la primera semana de junio.
Todo depende de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos apruebe las actualizaciones realizadas al software de este modelo de avión y a que esta actualización sea ratificada por la Dirección General de Aviación Civil en el país.
Conesa agregó que la aerolínea aún tiene un pedido de siete aviones 737 MAX: cuatro 737 MAX 8 y tres 737 MAX 9, los cuales se entregarán antes de acabar el año.
Con la entrega de estos siete aviones adicionales, la flota total de Aeroméxico de aviones 737 MAX será de 13.
“Si los 737 MAX no vuelven a operar en junio, la capacidad [en el año] sería negativa”, indicó.
En el primer trimestre del año, la capacidad de la aerolínea medida en asientos-kilómetro disponibles (ASKs) disminuyó 3%, año contra año, como resultado de la estrategia de reducción de capacidad hacia ciudades como Boston, Washington y Portland.
A ello se sumó el impacto de la suspensión temporal de operaciones de las seis aeronaves Boeing 737 MAX 8. En el primer trimestre, los ingresos de Grupo Aeroméxico alcanzaron 16 mil 361 millones de pesos, un alza de 0.5% respecto al mismo periodo del año anterior.
En tanto, la pérdida neta de la aerolínea fue de mil 271 millones de pesos en el mismo periodo.
Aeroméxico dijo que trabajará con Delta para optimizar su capacidad transfronteriza en el segundo trimestre del año.