Tras concluir su proceso de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, Aeroméxico ahora enfrenta un escenario complicado, a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Los obstáculos que enfrenta la empresa tienen que ver con factores como un sector de aviación aún sin recuperarse por completo del golpe de la pandemia de Covid-19, los crecientes costos operativos, sobre todo en materia de combustibles, y la volatilidad en el tipo de cambio.
Además, la operación de sus competidoras Volaris y Viva Aerobus está más concentrada en rutas nacionales, en donde no hay impacto a causa de la invasión rusa a Ucrania.
De acuerdo con la consultora Cirium, el conflicto armado tiene el potencial de “descarrilar” la emergente recuperación de las aerolíneas del impacto que les ocasionó la pandemia de Covid-19, el cual se esperaba que ocurriera globalmente en 2022 y ahora ocurrirá hasta agosto del próximo año.
Además, de acuerdo con proyecciones de la misma consultora, este año los costos operativos de las líneas aéreas van a aumentar por las negociaciones salariales y el cumplimiento de normas ambientales.
Rob Morris, gerente de Consultoría de Cirium, expuso que hasta el momento 36 países han bloqueado el uso del espacio aéreo a los aviones rusos, mientras que Rusia aplicó medidas recíprocas a esas naciones, lo que ha provocado un aumento de las horas de vuelo entre Europa y Asia, entre otras rutas.
Ahora, un vuelo entre Tokio y París dura cuatro horas más, y el trayecto de Tokio a Londres tarda de dos a tres horas extra, representando el consumo de 25 toneladas más de combustible.
“Esto representa mayor consumo de combustible en momentos en que la turbosina sube de precio, y tiene un impacto significativo para las finanzas de las aerolíneas”, dijo Morris.
El panorama internacional representa un reto para Aeroméxico, pues de acuerdo con un reporte de la propia empresa, hasta antes de la pandemia, seis de cada 10 pesos que captaba como ingresos se generaban por parte de sus rutas internacionales.
Sin embargo, la degradación a Categoría 2 de la aviación mexicana decretada en mayo de 2021 por parte del gobierno estadounidense le impide a la aerolínea ampliar sus vuelos a ese país.
Actualmente, la compañía vuela 84 rutas nacionales e internacionales, y este año reiniciará el servicio hacia Londres.
Aeroméxico se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en octubre de 2020, y en ese momento su deuda ascendía a alrededor de 5 mil millones de dólares, es decir, más de 100 mil millones de pesos.
Este jueves, al anunciar que concluyó su reestructura financiera, el valor de capital de Aeroméxico es de aproximadamente 2 mil 560 millones de dólares, y entre sus principales accionistas se encuentran fondos administrados por Apollo Global Management, Delta Air Lines, así como los existentes y nuevos inversionistas mexicanos que forman el grupo de control de voto.
The Baupost Group, Silver Point Capital, Oaktree Capital Management y otros fondos que formaban parte del grupo ad-hoc de acreedores también son accionistas, informó la compañía. El grupo de inversionistas aportó aproximadamente 720 millones de dólares en nuevo capital para la compañía.
También se integró un nuevo Consejo de Administración con mayoría de ciudadanos mexicanos y miembros independientes, en cumplimiento de las leyes y regulaciones de México en materia de inversión extranjera.
Durante los próximos cinco años, Aeroméxico también invertirá 5 mil millones de dólares en flota. Desde 2021, la empresa ha recibido 31 aviones y se espera que lleguen 22 más en lo que resta de este año.