Con la caída a Categoría 2 de la seguridad en aviación de México, las aerolíneas estadounidenses son las mejor posicionadas para aprovechar la recuperación del tráfico aéreo entre ambos países, pues no están restringidas a nuevas rutas o frecuencias.
En cambio, las aerolíneas mexicanas tienen esas limitaciones, y están imposibilitadas de tener acuerdos de código compartido con empresas estadounidenses o incorporar nuevos aviones para las rutas ya asignadas en el país vecino del norte hasta que se regrese a Categoría 1.
En abril, las líneas estadounidenses alcanzaron 75% del mercado del tráfico de pasajeros entre México y Estados Unidos, siendo American Airlines y United Airlines las de mayor participación, con 21.5% y 16%, cada una.
Carlos Torres, especialista en aviación, dijo que el mercado estadounidense es el más importante para las aerolíneas mexicanas al ser el destino internacional natural, por cercanía.
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Y al ser un mercado abierto, cualquier jugador puede tomar ventaja cuando hay demanda.
“Cualquier competidor puede reaccionar rápido si se incrementa la demanda por parte de los pasajeros. Las firmas aéreas estadounidenses tomarán ventaja porque es un mercado abierto, no porque sea un complot como insinuó el Presidente.
“Es un mercado transparente y si un jugador pierde una ruta, los otros entran”, explicó.
El mercado transfronterizo entre México y Estados Unidos es el tercero más grande del mundo tras el de Estados Unidos-Canadá y Reino Unido-España.
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Para las aerolíneas, agregó Torres, si bien es cierto que los vuelos y rutas actuales no se afectan, ya no podrán crecer.
De enero a abril, 6.6 millones de personas viajaron entre México y Estados Unidos, 2.2 millones tan sólo en abril, de acuerdo con cifras de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
Los principales destinos en el país vecino son Houston, Dallas, Los Ángeles, Chicago y Miami.
Rogelio Rodríguez, especialista en derecho aeronáutico, dijo que “sin demeritar las deficiencias de la AFAC” para aprobar la certificación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, no deja de ser una medida “proteccionista” por el gobierno estadounidense.
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“Es el primer golpe de la administración de Joe Biden hacia México. Hace 10 años, cuando también se dio una rebaja en la calificación en seguridad aérea coincidió con la salida de Mexicana del mercado y las aerolíneas estadounidenses fueron las más beneficiadas”, comentó.
La organización México Cómo Vamos opinó que esta situación afecta financieramente a las aerolíneas nacionales, ya que las naves adquiridas no podrán tener las horas de vuelo planeadas, por lo que se pone en riesgo el financiamiento de nueva flota.
En el primer trimestre del año, la flota aérea comercial del país sumó 267 naves con una edad promedio de nueve años, siendo Volaris y Grupo Aeroméxico las empresas con mayor flota, con 84 y 101 aviones, cada una.
Las naves que reciban las aerolíneas mexicanas en 2021 podrán ser utilizadas para elevar su oferta dentro del país y hacia Costa Rica o Colombia, países con importante recuperación en tráfico, pero no de la magnitud del mercado estadounidense.
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Volaris es la tercera aerolínea con mayor participación de mercado entre México y Estados Unidos, seguida de Delta, Southwest, y en sexto y séptimo sitio están Aeroméxico y Viva Aerobus.
Además, también hay una afectación al comercio internacional, pues no habrá nuevas rutas de carga de México hacia Estados Unidos.