México no cuenta con una norma oficial que verifique la calidad de las sillas de bebé para coche, por lo que casi 50% de las que se comercializan en el país son de baja calidad y no garantizan una buena protección en caso de accidente.
Es por esto que, en los próximos días, la asociación civil Refleacciona con Responsabilidad presentará ante la Secretaría de Economía una propuesta de Norma Oficial Mexicana (NOM) para que todas las sillas de bebé para coche que se venden en el mercado mexicano cumplan con certificaciones de calidad.
Miguel Ángel Toscano, fundador y presidente de Refleacciona, precisó que buena parte de las sillas que se venden en México no cumplen con ninguna norma internacional de seguridad, por lo que, ante un impacto a 40 o 50 kilómetros por hora, la silla se truena o se rompe debido a que los plásticos no son resistentes o el asiento se suelta con todo y el enganche al cinturón de seguridad.
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“Sucede con un alto porcentaje de las [sillas] que se encuentran en el mercado, que además se venden en Costco, Sam’s, Walmart, y la gente piensa que porque las venden ahí son sillas que cumplen con un control de calidad, pero la realidad es que no”, afirmó en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Es urgente esta Norma Oficial Mexicana [NOM], porque dos niños mueren al día en accidentes automovilísticos”, alertó.
Alma Cruz, consultora en Sistemas de Retención Infantil en Refleacciona, explicó que el objetivo de la NOM es que se regulen las características de las sillas que se importan, ya que, como consumidores, no hay certeza de que protejan a un menor de edad en caso de un accidente automovilístico.
“Nos encontramos con importaciones de productos que ni siquiera se parecen a un producto de retención infantil certificado y, en caso de un accidente, el plástico se rompe, los arneses se estiran demasiado y el menor incluso puede salir volando como si no trajera un sistema de retención”, comentó.
“Algunos productos cumplen con regulaciones internacionales, pero otros con ninguna, porque no hay un proceso de verificación o no hay manera de comprobar que los que dicen que tienen certificación, en verdad la tengan”, señala.
Refleacciona estima que 50% de las sillas de bebé para automóvil que se venden en el país no cuentan con ningún tipo de certificación.
La propuesta de NOM también indicará cómo se deben hacer las pruebas de choque en un vehículo para garantizar la resistencia de la silla, procedimientos que no necesariamente se tienen que hacer en México.
Experiencia internacional
En América Latina, Latin NCAP y Global NCAP, a través del Programa de Evaluación de Sistemas de Retención Infantil, realizan pruebas de impacto para calificar la calidad de las sillas para bebé y niños.
En Estados Unidos, las sillas para bebé cumplen con la certificación de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés).
“Partimos de que la oferta de productos en el país es segura y los papás sólo tienen que hacer el esfuerzo de ir a la tienda y adquirir un producto, pero el problema es que, en caso de un accidente, puede ser que el producto no funcione como nosotros creíamos o suponíamos, y el resultado puede ser igual a que si no trajera ningún sistema de retención”, apuntó Cruz.
“No basta con que lo compren y lo usen, porque eso es depositar la responsabilidad en el usuario, sino que tenemos que garantizar que el consumidor tenga un producto certificado de calidad que ha pasado por pruebas de choque que garantizan que, si lo usamos de manera correcta, sí puede salvar la vida de los menores”.
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En México, cada año mueren 16 mil personas en accidentes viales, de los cuales 780 son niños, lo que da un promedio de dos menores de edad fallecidos cada día en las calles, según cifras del Inegi.
En Jalisco, sólo 6% de la población infantil que utiliza un vehículo ocupa algún sistema de retención infantil, como cinturón de seguridad o una silla para bebé, y a nivel nacional no cambia mucho la situación, agregó Toscano, ya que los niños generalmente viajan parados en la parte trasera o al frente en los brazos del copiloto.
Para crear la NOM, Refleacciona presentará una propuesta de inscripción ante el Comité de Normalización de la Secretaría de Economía, que se espera sea discutida en junio y se podría implementar este año.
Toscano se dijo optimista sobre la aprobación de esta norma, debido a que no involucra a demasiados actores.
En América Latina, Uruguay es el país más avanzado en dispositivos de seguridad infantil, seguido de Argentina y Colombia. Sin embargo, son Estados Unidos y Canadá los que cuentan con sistemas de certificación más desarrollados.