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maria.saldana@eluniversal.com.mx
La baja de aranceles que entró en vigor este mes para el calzado asiático provocará un incremento de las importaciones en 25 millones de pares, consideró el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), Luis Gerardo González.
Esa situación puede afectar severamente a los fabricantes mexicanos, ya que además del mayor ingreso de calzado importado, los grandes compradores les pedirán bajar sus precios, consideró.
Ni siquiera el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11) bajó tanto los aranceles para Vietnam como lo hizo la decisión gubernamental de reducirlos de 30% a 20%, explicó.
Con el TPP-11 a Vietnam se le dieron 13 años de desgravación de los zapatos y con la incorporación de ese país al tratado, el 15 de enero de 2019 se iniciaría con arancel de 27%, pero ahora con la baja unilateral que hizo México ya podrán importarse al mercado mexicano con un arancel de 20%, es decir con una mayor concesión respecto a lo pactado, dijo.
La baja arancelaria inició desde el sexenio de Felipe Calderón, y fue en 2014 cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto decidió incrementar los aranceles para las industrias textil, confección y calzado, un decreto de la administración pasada que finalizó el 30 de enero de 2019, pero que el gobierno actual no renovó.
“Enfrentamos competencia desleal; y no se vale”, lamentó González, “nos dejan poco margen para maniobra, sobre todo por las prácticas desleales del bloque oriental”.
Actualmente, 80% de las importaciones de calzado provienen de Vietnam y de China, sobre todo calzado deportivo y de material sintético, que es el más económico y genera mucha competencia desleal, sobre todo porque en esos países hay fábricas con participación estatal y obtienen tasas de crédito muy bajas.
Expuso que en México se producen alrededor de 270 millones de pares y se importan 96 millones, mientras que se exportan 28 millones. Con la decisión del gobierno federal de bajar los aranceles se aumentará en casi 25% la importación.
“El problema es que nos desgravan una tercera parte de lo que había de impuestos, 10 puntos se quitan de un día para otro”, dijo.
“Como una puñalada trapera” calificó la decisión de no mantener los aranceles en 30% para las importaciones procedentes de países con
los que no se cuentan tratados de libre comercio.
“Hubo una medida para controlar la inflación por parte del gobierno federal fue traer productos de todas partes del mundo, más económicos, aunque fueran de menor calidad, y los productores mexicanos, al no repercutir en los precios de la inflación por la competencia desleal y subvaluada, obligó a contener la inflación y a depredar márgenes”, afirmó.
Para González, “por eso en todo el país los salarios de los obreros en todos los sectores se han visto raquíticos a la hora de competir con todo el mundo, por el costo país tan caro que tenemos. La industria no puede pagar mejores salarios o invertir y tecnificarse por los márgenes que nos dejan países orientales”.
