Para evitar que se repita el “madruguete” del presidente Andrés Manuel López Obrador al Banco de México (Banxico), la Junta de Gobierno de la institución podría blindarse cambiando la hora de sus anuncios de política monetaria, que se dan a las 13 horas, propuso el economista en jefe para América Latina de Barclays, Gabriel Casillas.
“Lo que podría hacer el Banco de México es cambiar la hora del anuncio de la decisión, y que fuera por la mañana, en lugar de ser hasta la tarde”, sugirió.
Consideró que así los miembros de la Junta de Gobierno podrían seguir su reunión e impulsar la autonomía.
En entrevista durante la Convención Bancaria, celebrada el jueves y viernes en Acapulco, Casillas recordó que el mecanismo del banco central es reunirse con el secretario y el subsecretario de Hacienda, tal y como se prevé en la ley, y se les comparte la decisión que se tomó.
Después se emite el comunicado del anuncio de política monetaria para hacerlo público.
Sobre lo acontecido el pasado jueves, dijo que no “imagina” a alguno de los integrantes del órgano colegiado de Banxico comentando la decisión, por lo que quizá los participantes de la Secretaría de Hacienda se lo platicaron al Ejecutivo como una relación normal entre el Presidente y su gabinete.
No obstante, señaló que el problema fue que, en su conferencia matutina del jueves, López Obrador no tuvo la prudencia para no decirlo.
“Él siempre ha dicho que su pecho no es bodega, entonces es muy consistente con la forma en que es”, ponderó.
De ahí que, en su opinión, la autonomía no se debe poner en tela de juicio, aunque se abre camino para generar inquietud.
Pese a ello, Casillas consideró que el secretario de Hacienda, como representante del Ejecutivo en las reuniones de política monetaria, debe seguir asistiendo con voz, pero sin voto, como ocurre hasta ahora.
Ante esta situación, el especialista no mostró preocupación por lo sucedido, ya que la única diferencia es el mecanismo que podría ajustarse.
Tomó el anuncio anticipado por parte del titular del Ejecutivo como algo “desafortunado”, porque lo que provocó fue añadir incertidumbre innecesaria.
Coincidió con el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker, en que no se tendría que sancionar a nadie por el “madruguete”.
Afirmó que la ley se cumplió, pero el tema fue lo que hizo el Presidente, al adelantarse a la difusión oficial de la decisión de subir la tasa en 50 puntos base, que fue unánime.