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Impactada por la pandemia del covid-19 , la actividad industrial reportó en marzo su mayor caída en diez años desde la crisis financiera global de 2009, resultado de la contracción en todos sus componentes, especialmente de la industria manufacturera , de acuerdo con los datos más recientes dados a conocer por el Inegi.
Con base en cifras ajustadas por estacionalidad, el Indicador Mensual de la Actividad Industrial, que comprende: minería; generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final; construcción, y las industrias manufactureras; se redujo 3.4% en términos reales durante marzo de 2020 respecto al mes previo, su retroceso más fuerte desde enero de 2009.
Este resultado estuvo afectado por el choque del covid-19, tanto por disrupciones a las cadenas de suministro como por una menor actividad debida al cierre de fábricas, aunque en una menor magnitud a lo anticipado, comentó Juan Carlos Alderete , director de análisis económico de Banorte.
Los cuatro sectores que comprenden la actividad industrial resultaron a la baja durante el tercer mes del año. La producción de la minería retrocedió 0.9%, con el rubro petrolero todavía positivo en 0.2%, pero el no petrolero con una fuerte caída de 6.9%.
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La construcción no fue tan débil como esperaban los especialistas, ubicándose en -1.4%. La edificación fue relativamente más fuerte con una baja mensual de 0.8%, a pesar de que este subcomponente tiene mayor participación del sector privado, posiblemente beneficiado porque el cierre de actividades en algunos estados fue hasta finales del mes. Por el contrario, la ingeniería civil cayó 2.2% a pesar de señales de una aceleración de la inversión física del gobierno federal.
Las manufacturas fueron las más impactadas, acelerando su caída respecto a febrero al caer 4.8%, con el impacto inicial del periodo proveniente más del exterior, pero ya con mayores problemas en el frente doméstico hacia finales del mes.
Destaca que el equipo de transporte fue el peor, con un desplome de 21.5% tras el cierre de varias plantas.
También sobresale una fuerte contracción en maquinaria y equipo (-9.6%) y textiles (-9.1%). Por su parte, la industria alimentaria avanzó (0.7%), con un aumento de la demanda y beneficiada al ser considerada como actividad esencial.
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Por último, los servicios público s, generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final retrocedieron 1.8%.
En su comparación anual, la producción industrial cayó 4.9% en el mes de referencia, con lo que acumula 18 meses consecutivos a la baja. Por sectores de actividad económica, la construcción se redujo 7%, las Industrias manufactureras 6.4% y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final fue menor en 0.5%, en tanto que la minería se incrementó 1.5%.
Si bien la reapertura gradual de actividades sería benéfica para la comparación mensual, las tasas anuales se mantendrán en contracción ante la incapacidad de las empresas de operar con toda su capacidad instalada debido a las medidas de higiene y distanciamiento, comentó Alderete.
El especialista agregó que la incertidumbre respecto al momento en que se podrá retomar la normalidad sigue siendo muy elevada, lo que a su vez también tiene un fuerte impacto en el apetito de compra de los consumidores, sobre todo de bienes duraderos.