La meta de aplicar 80 millones de dosis de la vacuna contra el Covid-19 para mayo dará un giro mayor a la economía, marcando una nueva etapa, consideró el gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León Carrillo.
“Ese escenario sería un cambio, un punto de inflexión respecto a la situación actual, sería muy positivo para la reactivación económica”, reconoció en entrevista con EL UNIVERSAL.
Lo anterior, considerando que 2021 y 2022 serán años de la recuperación tras el doloroso 2020 que dejó la pandemia con pérdida de vidas humanas y el desplome del Producto Interno Bruto (PIB), ponderó.
En la medida en que tengamos un proceso de vacunación ágil se adelantarán estos escenarios y podríamos tener una recuperación mayor, dijo el banquero, al recordar que Banxico tiene un pronóstico de 4.8% de crecimiento para este año y de 3.3% para 2022.
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Eso aunado al efecto positivo que tendrá el tercer paquete fiscal en Estados Unidos, el primero de la administración del presidente Joe Biden, agregó.
“Es un impulso muy cuantioso, de 1.9 trillones de dólares, son casi nueve puntos porcentuales del PIB y esto tiene un efecto significativo en la demanda de nuestros productos. Puede jugar un rol en consolidar la recuperación para este año y contribuir a que la demanda interna y la confianza de los consumidores se recupere y también el gasto en los hogares”, dijo.
Durante la entrevista tras la conclusión de la 84 Convención Bancaria, Díaz de León Carrillo habló del ritmo de la inflación, del aumento en las gasolinas y el efecto del estímulo fiscal que otorga la Secretaría de Hacienda.
También del proceso que habrá a finales de año con los cambios en la Junta de Gobierno, del cual no hay de qué preocuparse porque tiene fe en que será conforme a la ley, garantizando el resguardo de la autonomía del banco central.
¿Ya salimos de la crisis?
Al preguntarle si coincide con expertos y funcionarios del gobierno en que ya pasó lo peor de la crisis, el responsable de la política monetaria en el país pone en perspectiva lo que sucedió en 2020: “El año pasado fue tremendamente muy retador, primero en una dimensión humana con contagios y fallecimientos, es un dolor muy significativo”.
En lo económico, subrayó que se viene de una contracción muy marcada, de 8.2%, que por estacionalidad claramente es significativa, la mayor desde 1930.
“Eso en sí mismo ilustra lo grave que fue 2020”, matizó.
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Ahora, para 2021, la base de este menor contagio, con los programas de la vacunación y los estímulos de Estados Unidos por el lado del gasto fiscal, pueden contribuir a la recuperación, dijo.
Opina que le dará mayor impulso la aceleración de la aplicación de la vacuna, como se prevé, con una meta de 80 millones de dosis para mayo próximo.
Sobre si contribuiría a avanzar con la participación de la iniciativa privada en la logística de vacunación, dijo que el equipo de salud es el que debería opinar.
Aun así, deposita su confianza en que la estrategia será lo más ágil y completa posible, y tendrá un mejor efecto en la economía.
Tasa de referencia
Por el lado del Banxico, el gobernador central se refirió a la contribución de la política monetaria vía la tasa de referencia para enfrentar el shock pandémico.
Desde el punto máximo, de agosto de 2019 a la fecha pasó de 8.25% a 4%, es decir, 4.25 puntos base de reducción, detalló.
Ha implicado un descenso no sólo de la tasa de interés de corto plazo, sino una baja de tasas en toda la curva de rendimiento.
Es decir, explicó, las tasas de mediano y largo plazos han disminuido de igual manera.
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También el hecho de tener la inflación en niveles bajos y alrededor de la meta, dijo que reduce la prima de riesgo inflacionaria que ayuda a bajar esa prima de riesgo que están en las tasas de mediano y largo plazos.
“En la medida en que podamos apoyar con una reducción de toda la curva de rendimiento, de las tasas a diferentes plazos, contribuimos, y de una manera sostenible, porque el reto no es nada más bajarlas, sino hacerlo de manera sostenida para que contribuyan a la recuperación económica, pero desde una situación de estabilidad y orden”, expuso.
Y esto debería de reflejarse también en reducciones de las tasas de interés, afirmó.
Con ello, dijo que muchas empresas que contrataron créditos a tasa variable palparon un recorte significativo, y a tasa variable verán una reducción más gradual.
Hizo ver que también enfrentamos el reto que, tras la pandemia, implicó un choque para diversos sectores, y algunos se volvieron más riesgosos que antes.
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Así que, aunque hayan bajado las tasas de valores gubernamentales y de referencia, no necesariamente para todos se redujo la tasa, porque el riesgo aumentó.
Inflación y gasolinas
Respecto a si en ese contexto de buenas perspectivas la inflación sería un motivo de mayor inquietud en el Banco de México, el economista egresado del ITAM con mención honorífica y maestría en la Universidad de Yale aseguró que la atención de los miembros de la Junta de Gobierno siempre está enfocada en ese tema.
“Es nuestro mandato principal y debemos de tenerla alrededor de la meta”, enfatizó.
Dijo que la inflación descendió en octubre, noviembre y diciembre de 2020, y algunos datos en enero tenían esta reducción.
Por eso, hicieron el último ajuste de política monetaria el 11 de febrero pasado, y ahora están dentro de un entorno en el que ya se preveía, un aumento transitorio en la inflación, sobre todo en el segundo trimestre por los precios de los combustibles que tuvieron una base muy baja de comparación el año pasado.
“Los precios de los energéticos se han desplazado al alza y se encuentran arriba de lo que se había previsto, para el segundo trimestre se revisó al alza nuestro pronóstico de inflación”, refirió.
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Reconoció que la estrategia de precios que implementa la Secretaría de Hacienda puede acotar algunos de esos aumentos, porque los precios internacionales suben por la expectativa del estímulo fiscal estadounidense sobre la demanda en ese país.
“También tiene mucho que ver la interacción con la oferta y los acuerdos que se tienen a veces por el lado de la producción”, acotó.
La transición
Díaz de León Carrillo fue nombrado gobernador de Banxico en diciembre de 2017 para relevar a Agustín Carstens, cuando éste se fue a Basilea, Suiza, a dirigir el Banco de Pagos Internacionales.
El periodo que cubre concluye el 31 de diciembre de 2021, acumulando con ello casi dos décadas de carrera en el banco central, en donde inició su carrera profesional de 1991 a 2007.
Con la prudencia que lo caracteriza, pone de manifiesto que el Banco de México tiene un diseño institucional afortunado para que un cambio en la Junta de Gobierno no genere nerviosismo.
“Al tener a cinco miembros, y designados en un proceso escalonado, es una estrategia que vela por cierta inercia y resguardo institucional; es un diseño afortunado que ha funcionado por más de 25 años”, acentuó.