Las perspectivas económicas para México y el mundo en 2023 son poco alentadoras, con bajo crecimiento y el riesgo de caer en recesión, así como la persistencia de una elevada inflación y altas tasas de interés en perjuicio de la economía de los hogares, advierten especialistas.
Para este año se prevé un crecimiento del país de alrededor de 1%, lo que implica una fuerte moderación respecto al 3% esperado para todo el año pasado, estimó James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco.
El menor dinamismo está sustentado en un deterioro del ritmo económico en Estados Unidos, principal socio comercial, por el alza de tasas de interés que aplicó la Reserva Federal (Fed), junto con el hecho de que vamos a seguir observando presiones inflacionarias, agregó el especialista.
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Riesgo de recesión
“Hay un riesgo de recesión, porque en Estados Unidos es latente la posibilidad de que la actividad económica caiga, y si bien la mayoría de especialistas piensa que se presentaría una recesión poco profunda y de corta duración, no hay que descartar que esto se pueda dar en una magnitud más significativa”, advirtió Salazar.
Los dos principales canales de transmisión de la recesión de Estados Unidos a México son las exportaciones y las remesas, que se han desacelerado significativamente, y es probable que tengan tendencia a la baja en los próximos meses, señalaron analistas de Bank of America (BofA).
Adicionalmente, los especialistas destacaron que las tasas de interés más altas en México y el apoyo fiscal limitado también desempeñarán un papel en la recesión en México, al menos al no brindar apoyo contracíclico.
Explicaron que, “potencialmente, la política monetaria y fiscal podría amplificar el shock externo (como durante la pandemia). Banxico está limitado por la alta inflación, mientras que la política fiscal está limitada por la austeridad y la falta de ahorro.”
El menor crecimiento va a impactar en el empleo, pues las empresas empiezan a modificar sus planes de crecimiento y expansión, y con ello las iniciativas de contratar más trabajadores. No habría una caída, pero sí una menor generación de empleos.
“Estamos hablando de 350 mil o 400 mil empleos, muy inferior a los 753 mil generados el año pasado”, destacó Salazar.
Inflación y tasas
En 2023 persistirán las presiones sobre la inflación, que se mantendrá por encima del techo de la meta de 4% de Banxico, aunque probablemente será menor que en 2022. La inflación fue de 7.8% en noviembre de 2022 y se estima que finalice 2023 en 4.6%, con riesgos al alza, estimó BofA.
Destacó que la inflación subyacente (la parte más inflexible del alza de precios), que aún no está cayendo, y las expectativas de inflación, parecen no estar ancladas. Por lo tanto, consideran que no hay espacio para que Banxico se desvincule de la Fed.
“Banxico ha estado siguiendo a la Fed por algún tiempo y creemos que continuará haciéndolo en 2023 en su trayectoria alcista. La tasa de interés a un día es alta en México en 10.5% y es probable que las autoridades monetarias la suban a por lo menos 11% a lo largo del presente año”, dijo BofA.
Principales retos
Entre los principales retos a enfrentar por la economía mexicana en 2023, Salazar destacó lidiar con un riesgo de recesión global y, en específico, de Estados Unidos.
Otro tema importante son los contagios de Covid-19, que podrían incidir en una dinámica menos relevante en algunos sectores importantes o muy tradicionales en el uso intensivo de personas, como los servicios.
“Ese es otro tema que no hay que dejar pasar, ya que, todavía no podemos hablar de un control total de la pandemia”, recalcó.
Asimismo, están las negociaciones en materia energética dentro del T-MEC que, aunque no se espera que se llegue a la última etapa con la aplicación de represalias, genera incertidumbre, con el riesgo de que los principales socios comerciales puedan incrementar aranceles en productos claves para México.
En finanzas públicas hay un asunto importante, agregó, pues en el paquete económico de este año se hace mención al deterioro en métricas, sobre todo de déficit, de deuda o del saldo histórico de requerimientos financieros.
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