Para poner orden en el mercado y lograr que los quesos sean en verdad de leche y no de grasas vegetales, en 2022 se prevé que los productores nacionales y los importadores de estos lácteos demuestren que son lo que dicen ser.
Lo anterior se logrará una vez que entre en vigor el Procedimiento de Evaluación de la Conformidad para la Norma Oficial Mexicana NOM-223-SCFI/SAGARPA-2018, Queso-Denominación, especificaciones, información comercial y métodos de prueba.
En 2019 se emitió la NOM-223, pero no se publicó el citado procedimiento, necesario para determinar los métodos de verificación para determinar que los quesos sean de leche.
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Así, se pedirá a productores nacionales y a quienes comercializan quesos de importación que demuestren que cumplen con la norma, porque “hay estudios de Profeco de diferentes años y diversos quesos donde se mostró que las especificaciones de la normatividad del queso no se cumplieron”, dijo el director general de Normas de la Secretaría de Economía, Alfonso Guati Rojo.
Algunos productores e importadores querían que siguiera el esquema de autodeclaración, pero eso se dará después, luego de que demuestren a través de organismos de evaluación que cumplen con la norma y que el producto no incluye grasa vegetal.
El procedimiento entrará en vigor seis meses después de que se publique, lo que seguramente sucederá en el segundo semestre de 2022, expuso el funcionario.
“Lo que se les va a exigir es que tengan las especificaciones que la propia norma pide: que no utilicen grasa vegetal, que declaren caseinatos y una serie de requisitos que hay que cumplir”, expuso Guati Rojo.
Una vez que entre en vigor el Procedimiento de Evaluación de la Conformidad “se pondrá orden al mercado de quesos, sobre todo de los importados, para que no se vendan productos que no lo son y que el consumidor compre productos de calidad”, comentó el presidente del Consejo Directivo del Gremio Lechero y tesorero de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Salvador Álvarez.
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Para que un queso sea considerado como tal se requieren de 10 a 12 litros de leche para elaborar un kilogramo del producto, lo que significa que se necesitan 84 pesos de materia prima, aproximadamente. Con base en ello, si se vende un queso en menos de 100 pesos por kilo es muy probable que no tenga leche, dijo a su vez el asesor de lácteos de la CNOG, Sergio Soltero Gardea.
Por la falta del Procedimiento de Evaluación de la Conformidad no había orden ni en la producción nacional ni en los importados, que en su mayoría provienen de Estados Unidos.
Muy probablemente esos lácteos que se venden a bajos precios bajo el nombre de quesos contienen grasas vegetales, proteína de chícharo o de soya, agregó.
Por ejemplo, los quesos rallados para gratinar no son realmente queso, sino productos procesados que incluyen sales para fundirse rápidamente.
Por ello, con la NOM-223 y el Procedimiento de Evaluación de la Conformidad se permitirá al consumidor tener mayor claridad sobre el producto.
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Según la CNOG, en 2020 hubo una caída cercana al 8% en el consumo de quesos, pero para 2021 se esperaba recuperar el nivel previo a la pandemia.
En México el consumo promedio diario por persona de lácteos como quesos, mantequilla, leche y crema, entre otros, es de 270 mililitros. Comparado contra otros países es un nivel bajo, ya que el promedio en países desarrollados es de 550 mililitros, mientras que en naciones como Nueva Zelanda llega a 600 mililitros.