La autoestima apoyada en el amor propio son aspectos de la personalidad, y tienen el poder de levantar a las personas de situaciones inimaginables o de carecer, hundirlas en las situaciones más simples. Algunos dicen que la autoestima se crea durante el desarrollo, no solo desde la percepción personal que se tiene de sí mismxs, sino de las opiniones de la sociedad y lxs miembros de la familia directxs.
Influye en el mundo interior de manera directa la comunicación y la interacción con el universo; sin embargo también tiene mucho que ver los rasgos de personalidad con los que haya nacido la persona. La realidad es que nos vamos creando la autoestima como vamos pudiendo. En mi opinión debería ser parte de las clases en la educación primaria el enseñarle a lxs niñxs a respetarse y quererse. A buscar la autonomía y no la dependencia del cariño y reconocimiento de las demás personas. Pero no lo enseñan, quizá apenas implementan algunos talleres o dinámicas, sin embargo no es un asunto integral. Además la escuela podrá darse a la tarea de enseñarles un poco pero muchas veces los papás repiten los patrones de los suyos y mientras se vayan para atrás es claro que no vamos a avanzar. Los papás y mamás de hoy no deben emplear los mismos métodos con los que fueron educadxs ya que lxs niñxs de hoy cuentan con otros alcances y muchos más recursos, por lo mismo requieren más guía en lo que se refiere a las emociones. Es necesario que se promueva el sentido de pertenencia y mucha comunicación para que lxs niñxs puedan trabajar en su autoestima.
La autoestima equilibrada es la principal generadora de amor propio, de un ego balanceado que permite la sana toma de decisiones basadas en análisis y no en arranques emocionales. Aunque no todo el tiempo tengamos la capacidad de analizar porque estamos hechos de emociones puras, parte de la inteligencia emocional es precisamente conocernos y aprender de los errores de los arranques, entre otras cosas. Hacer consciencia de los eventos y sobre todo las decisiones que tomamos basándonos en emociones negativas. Estas emociones negativas surgen principalmente de una autoestima baja.
Generar emociones positivas de buenas a primeras es muy difícil, casi imposible y sobre todo no se pueden simular. Hay que empezar por la percepción que tenemos de nosotrxs mismxs, un cambio profundo en el diálogo interno y hacia el exterior. Una práctica que se vuelva constante y parte de nuestro estilo de vida. Así como en muchos casos es parte de la comunicación y estilo de vida estarse recriminando hasta por el más insignificante de los errores, es imprescindible cambiar eso por mensajes positivos, compasivos y cargados de responsabilidad. En el momento en el que nos hacemos responsables dejamos de insultarnos para tomar acción de cambio hacia el bienestar. Pequeñas acciones van creando hábitos, y estos van creando un estilo de vida en el que predomine el amor propio y la buena autoestima. Trabajando el respeto y el cuidado personal no solo vamos a vivir bien, sino que nuestras relaciones serán mejores.
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