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Así como lo leen. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong pronunció ser feminista. Y no sólo eso, a 4 mil 500 jóvenes en San Luis Potosí, reunidos en el encuentro Juventud Sana #PrevenirEstáChido, les dijo: “escúchenme bien, no soy machista, soy feminista, veo por las mujeres, porque son lo mejor que tenemos”.
Yo lo escuché bien y me quedó claro que no es feminista. Un hombre feminista no es quien hace la humilde concesión de “ver” por nosotras, de cuidarnos como mamá o papá hacen por sus hijos menores. Un hombre feminista hace todo lo posible por crear las condiciones para que las mujeres vean por sí mismas y tengan las mismas oportunidades de desarrollo que tiene el género dominante (el masculino. Entonces, señor Chong, usted no es feminista. Es más, ni siquiera alcanza a “ver” por nosotras. Sus acciones y omisiones nos dicen que en realidad no le importamos.
Ser feminista no se reduce a “ver” por las madres de hijas desaparecidas hasta que se arrodillan frente a usted. Si fuera un secretario de Gobernación feminista ya hubiera intercedido para establecer una Alerta de Género nacional porque entiende que la desaparición forzada y el feminicidio lastiman a niñas y mujeres de todo el país, y porque desea que haya investigaciones pulcras para resolver y sancionar a los responsables. Su obligación es hacer lo necesario para garantizar que niñas y mujeres andemos sin miedo de ser víctimas del crimen organizado o de las mismas fuerzas de seguridad del Estado y no lo ha hecho.
A los jóvenes potosinos también les dijo: “los hombres tienen que dejar que las mujeres estén en las mismas condiciones que ellos”. No queremos que los hombres se hagan a un lado para que “nos dejen” los espacios que ocupan. Queremos que cualquier persona ocupe el espacio donde pueda desarrollar sus aptitudes de manera plena.
¿Sabe cuáles sí serían algunos guiños feministas de su parte? Pugnar por que en su secretaría y en toda la administración federal hubiera lactarios para las madres trabajadoras, licencias de maternidad de 16 semanas (estándar recomendado por la Organización Internacional del Trabajo) y gestionar el presupuesto necesario y específico (etiquetado) para que la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente opere. Son acciones que en verdad lo harían ver como un hombre feminista.
Como encargado de la gobernabilidad de este país le tocaría eso y más. Marcela Lagarde, antropóloga feminista que seguro conoce si se asume feminista, dice que la gobernabilidad con sentido de género existe cuando un gobierno se relaciona con las mujeres como ciudadanas sujetas de derechos y cuando diseña acciones públicas a favor de su desarrollo.
A ver, piénselo de nuevo ¿seguro, seguro, es feminista?