De niña vendía gelatinas, pero estudió con tesón y triunfó; gobernó una alcaldía y se hizo famosa. Durante un año buscó a los jefes de los partidos para representar al Frente Amplio por México en la CDMX, pero no le contestaban el teléfono. Ahora que ha llamado la atención, éstos se han convertido en un peso muerto