Tiempos huracanados
Huracanes y no abrazos, y la cabeza que se nos llena de la comidilla política del día a día, , que no permite el rumor de la esperanza.
Huracanes y no abrazos, y la cabeza que se nos llena de la comidilla política del día a día, , que no permite el rumor de la esperanza.
La música de Pedro Gilabert es comparsa precisa para una historia donde, como dice la pareja de títeres entre maizales al final, para evitar la melancolía hay que seguir caminando
Los pasos de los caminantes insisten en recordar el derecho que tenemos todos a una vida mejor; la ilusión que nos mantiene en pie de que esa vida existe y que vale la pena caminar por ella...
Combinaciones delicadas y memorables se posaban en nuestros platos para desaparecer con gran velocidad dejando agrado en el ánimo, cordialidad en el paladar y asombro en el espíritu
Una novela perturbadora que, como al protagonista, nos despoja de certezas. Una primera novela que irrumpe con un manotazo de identidad
Te llama la atención el impulso por acudir al espacio significativo para estar con tus padres y contigo misma en el tiempo
Una lee, oye, vive Jazz. No resisto leer sin la punta del lápiz, es como si con la traza del grafito tendiera una línea hacia la autora, una forma de aplauso frente a las frases
La película nos propone un juego imposible en la vida cotidiana y porque el mundo no es rosa.
Escribió: “El novelista es el único dueño de su obra, él es su obra.”
Necesitamos un espacio de encuentro y qué mejor que un espacio de barrio que permita la conversación silenciosa con el libro y en voz alta entre comensales