Creer que la venganza y la justicia son sinónimos es el pensamiento menos atinado para realmente hacer justicia y construir el orden social.

La prevención no solo debe ser dirigida a las mujeres, sino a los hombres, ya que detrás de cada acto violento existen roles de género, estereotipos, prácticas y creencias equivocadas asociadas a la masculinidad.