Luis Ramón Carazo

Poco a poco el barco del toreo, zarpa, ojalá sea en vientos favorables, como los deseamos los tenga el novillero coahuilense Arturo Gilio en su periplo europeo

Toros sobresalientes y faenas vibrantes. La sensación de poder presenciar en vivo el toreo después de tanto encierro, se convierte en un bálsamo en época compleja y eso, nos genera una gran alegría

En la Feria de San Isidro, en la plaza de Las Ventas de Madrid, el 22 de mayo de 1971, se gestó el triunfo de la ganadería mexicana de, San Miguel de Mimiahuápam y nos alegra recordar lo que representó su exitosa lidia, en un triunfo inolvidable de su criador en aquella época, Don Luis Barroso Barona y el toreo mexicano

El resultado artístico fue positivo y el público que asistió, seguramente salió con un grato sabor de boca, de lo que paladearon en el ruedo.

Hace unos días, se fue a la Gloria, uno de los ganaderos más destacados en la crianza de toros de lidia que hayan existido

Sentir nuevamente la alegría de aún con restricciones de aforo asistir a una de las plazas más emblemáticas del mundo taurino, fue para los asistentes, un gran motivo de gozo

En unos meses se recordará, que, en la temporada de novilladas de 1971, en La México, se destacaron los nombres de Rafael Gil “Rafaelillo” y Mariano Ramos

La Feria más importante de América, que año con año se celebra taurinamente en la Plaza Monumental y en la de San Marcos en ocasiones, tendrá que esperar un tiempo más, para reanudarse

Sirvan, a quienes lo escucharon en el Centro de Alto Rendimiento Taurino, como muestra de lo que se puede alcanzar, en una carrera tan compleja y de la que muy pocos se pueden ufanar

El evento pone en marcha a la plaza Monumental, Vicente Segura en Pachuca, con reses de Torreón de Cañas, para Pablo Samperio matador hidalguense