La 4T representa una mayoría social que le confiere una gran legitimidad, pero una dosis mínima de realismo obliga a reconocer que no se puede desconocer a ciertos actores estratégicos para la gobernabilidad de un país.

¿Qué ayudaría más a la 4T? ¿Poder hacer cualquier cosa, cuando quieran y como quieran o elevar el sentido de exigencia con más controles y contrapesos?

Iztapalapa ha tenido una buena administración pública, con resultados palpables y, no menos importante, sin evidencia de corrupción. Fue la única alcaldía que no tuvo un solo monto por aclarar en cuatro años.