Para El Supremo, sumariamente, “el que insulta se degrada” y él no se degrada nunca. Bueno, algunas veces ha dicho “¡al carajo!”, pero sólo en circunstancias apremiantes

Esta insólita descripción se debe a la última visita que hice al centro de la ciudad y que me llevó a recordar mi pasado de inquilino del ombligo urbano

La revista Sentido Común acaba de lanzar una linda idea que consiste en convocar a la ciudadanía a escribirle al presidente cartas “como muestra de agradecimiento y despedida con el objetivo de visibilizar el sentir popular y preservar su legado”

Según el Humanismo Mexicano, la clase alta no tiene re-medio. Ni modo: “Ya se echaron a perder por la ambición al dinero, por la ambición al poder y eso los ofusca, eso los enajena”.