Varios días después de lo que comenzamos a llamar “el Evento” estaba yo mudo y un tantosordo, caído en una curiosa cuanto prolongada perturbación neurosiquiátrica

Álvaro charlaba, pero charlaba con la rara lucidez de los escritores que viven la verdadera vida, sin la anemia de quienes viven para escribir verdades.

El hecho de que, a menudo, nos encontremos con figuras “exitosas”, que nos despiertan un deseo de apropiación imposible de llevar a cabo, nos conduce al rencor, al re-sentimiento y a una sensación de derrota constante

Vi al automóvil enloquecido dispuesto a cortarme las piernas. ¿Por qué giré el cuerpo antes del impacto? Un dios me decía “está científicamente comprobado”

Es una grave equivocación confundir las posturas anarquistas con la destrucción del pensamiento, del ejercicio del pensar o con el estar en contra nada más llevados por el deseo de imponer nuestra rebelión o subjetividad